Redacción. A una mujer de 36 años la capturaron este fin de semana al intentar introducir droga en uno de los módulos de máxima seguridad del Centro Penitenciario Nacional de Támara. El hecho ocurrió cuando la sospechosa fue sometida a una inspección de rutina en el área de ingreso al penal.
Agentes de la Fuerza Nacional de Control de Centros Penitenciarios (FNCCP) detectaron la irregularidad cuando la mujer pasó por el BodyScan, un escáner de cuerpo diseñado para identificar objetos ocultos en el interior de los visitantes. Durante la inspección, el sistema alertó sobre un paquete de forma cilíndrica que la mujer llevaba oculto en sus partes íntimas.
Ante el hallazgo, el personal de seguridad le informó a la sospechosa sobre la anomalía que detectaba la máquina y le indicó que se procedería a una inspección personal. En un intento por evadir a las autoridades, la mujer extrajo el paquete de su cuerpo y trató de ocultarlo, pero la descubrieron.
Tras confirmar que el paquete contenía sustancias ilícitas, a la mujer la arrestaron y fue puesta a disposición de las autoridades. Siguiendo el protocolo que establece la ley, a la fémina la remitieron a la Unidad de Recepción Inmediata a la Denuncia (URID) para que se le inicie el proceso legal correspondiente. Se le acusa de los delitos de posesión y tráfico ilícito de drogas.
Le puede interesar: Mujer pretendía ingresar droga y objetos prohibidos a «El Pozo»
Múltiples casos
El Instituto Nacional Penitenciario (INP) suele condenar este tipo de hechos y sus autoridades siempre manifiestan que tomarán nuevas medidas de seguridad. Pero las acciones por parte de los reclusos de intentar introducir drogas en los centros penales siguen.
Utilizan a sus familiares para lograr el cometido de ingresar sustancias prohibidas en el interior de las cárceles.
Con este caso ya son varias las mujeres que han capturado en diferentes centros penitenciarios del país. En la mayoría de los casos las féminas deciden colocar la droga en sus partes íntimas, creyendo así que no las descubrirán.
