Redacción. Al-Waleed bin Khaled bin Talal, conocido como el “príncipe durmiente” de Arabia Saudita, murió este sábado a los 36 años, tras permanecer dos décadas en coma a raíz de un accidente automovilístico ocurrido en Londres cuando tenía apenas 15 años.
El joven, miembro de la Casa Real saudí, estudiaba en una prestigiosa academia militar británica cuando sufrió un brutal choque que le provocó una hemorragia cerebral masiva y un traumatismo craneoencefálico severo.
Desde entonces, especialistas calificaron su estado como irreversible, aunque sus signos vitales se mantuvieron estables bajo monitoreo médico constante.

Lucha sin esperanza
Su historia se volvió mediática y generó un intenso debate ético y médico. A pesar de las recomendaciones clínicas de retirar los soportes vitales debido a la falta de avances neurológicos, su padre, Khaled bin Talal Al Saud —nieto del fundador del reino—, decidió mantenerlo con vida con la esperanza de que despertara algún día.
Durante esos 20 años, Al-Waleed se convirtió en un símbolo de fe y perseverancia para muchos dentro y fuera del reino.
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Su caso tocó profundamente a la opinión pública saudita y cientos de medios internacionales led dieron cobertura hasta su trágico final.
La noticia de su fallecimiento fue anunciada por su padre, quien compartió un versículo del Corán en señal de despedida. “Oh alma tranquila, regresa a tu Señor, satisfecha y complacida. Entra a mi paraíso”, escribió en X (antes Twitter), según reportó el medio británico Daily Mail.

Familia Al-Waleed
La familia de Al-Waleed pertenece a una de las ramas más influyentes y reconocidas de la realeza saudita. Nacido en 1989, era bisnieto del fundador del Reino de Arabia Saudita, el rey Abdulaziz Al Saud, el hombre que unificó las tribus de la península en un solo Estado en 1932.
El príncipe Talal bin Abdulaziz, abuelo de Al-Waleed, adoptó posturas progresistas dentro del rígido sistema saudita. Educado en Occidente y defensor de reformas constitucionales, la sociedad lo apodó “el Príncipe Rojo”.
Por su parte, el padre de Al-Waleed, el príncipe Khaled bin Talal, también pertenece a esta rama lateral de la familia real, más vinculada a convicciones ideológicas y religiosas que al poder político central.