Redacción. El mundo de la música y, en particular, el del heavy metal, se tiñe de luto. Ozzy Osbourne, la icónica figura conocida como el «Príncipe de las Tinieblas» y miembro fundador de Black Sabbath, ha fallecido a los 76 años, según reportan medios británicos.
Su muerte ocurre apenas unas semanas después de una emotiva reunión con sus compañeros de Black Sabbath para un concierto de despedida, un último gran adiós a sus fans.
Osbourne fue un verdadero pionero del heavy metal junto a Black Sabbath, antes de embarcarse en una exitosa carrera en solitario que cimentaría aún más su estatus de leyenda. Con la banda, dejó un legado de himnos como «Iron Man», «Paranoid» y «War Pigs». En su faceta como solista, éxitos como «Crazy Train» y «Changes» resonaron en millones de seguidores, demostrando su versatilidad y perdurable impacto en la música.
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Último concierto
A principios de julio, Osbourne se reunió con sus compañeros de Black Sabbath en el escenario de Villa Park, en un evento que se convirtió en su «última reverencia» ante un público devoto. A pesar de su estado de salud, que lo llevó a actuar desde un trono en el escenario, su espíritu no decayó. «No tienen idea de cómo me siento, gracias desde el fondo de mi corazón», expresó el artista a la multitud, conmoviendo a todos los presentes.

Este concierto de despedida fue meticulosamente organizado, con la participación de bandas favoritas de Osbourne, incluyendo gigantes como Metallica y Guns N’ Roses, que se unieron para rendir homenaje a su figura. La partida de Ozzy Osbourne deja un vacío inmenso en la industria musical, pero su influencia y su vasto catálogo de obras seguirán resonando en el corazón de generaciones de fans del heavy metal alrededor del mundo.