Redacción. El mundo de lo paranormal lamenta la repentina muerte de Dan Rivera, investigador principal de la organización que continúa el legado de los renombrados demonólogos Ed y Lorraine Warren.
Rivera falleció el pasado domingo 13 de julio, mientras se encontraba de gira por el estado de Pensilvania. La NESPR confirmó a través de un comunicado el deceso.
«Con profunda tristeza, Tony, Wade y yo compartimos el repentino fallecimiento de nuestro gran amigo y compañero, Dan Rivera», señala.
Días antes de su deceso, Rivera había participado en eventos públicos de la gira «Devils on the Run». El evento incluyó una presentación en el Soldiers National Orphanage. Aunque la famosa muñeca Annabelle era una de las principales atracciones del recorrido, las autoridades confirmaron que el artefacto no se encontraba en la habitación donde fue hallado el cuerpo del investigador. Trascendió que la muñeca permanecía en una furgoneta estacionada en el exterior del hotel, aunque este dato no ha sido confirmado oficialmente.
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Legado
«Dan creía verdaderamente en compartir sus experiencias y educar sobre lo paranormal. Su amabilidad y pasión impactaron a todos quienes lo conocieron», expresaron sus compañeros. Rivera cuidaba los artefactos supuestamente poseídos.
Originario de Bridgeport, Connecticut, y veterano del Ejército de Estados Unidos, el interés de Rivera en lo paranormal se gestó a partir de experiencias de juventud, impulsándolo a dedicar más de una década al estudio de lo inexplicable. Su labor abarcó desde investigaciones de campo y formación en rituales espirituales hasta una notable presencia mediática.
Uno de sus últimos trabajos destacados fue su participación como consultor en la producción de «28 días paranormales». Este es un documental de Netflix que explora la carga energética en objetos marcados por la tragedia.

La NESPR ha investigado algunos de los casos paranormales más famosos de las últimas décadas. Uno de ellos es el de la muñeca Annabelle, una pieza real de trapo conocida como Raggedy Ann, que se convirtió en un ícono del terror debido a sus supuestas manifestaciones demoníacas en la década de 1960.