REDACCIÓN. De acuerdo a información publicada por «La Prensa Azteca» este día, un hondureño falleció al ser arrollado por el tren de carga conocido como “La Bestia”, en Puebla, México.
El catracho fue identificado solo como Dagoberto, de 30 años de edad. Se conoció que salió hace 12 días de su natal Comayagua, sin saber que en el camino su sueño sería truncado.
De acuerdo a la información, el infortunado hondureño cayó del tren a inmediaciones de la colonia Tepeyac.
Compañeros de viaje le dan el último adiós
Con tristeza y lágrimas en los ojos, sus compañeros de viaje le dieron el último adiós. Esto, ante ante la ausencia de sus padres. Al parecer, era la única familia que había dejado en Honduras.
Los migrantes bajaron del tren cuando la máquina detuvo la marcha a la altura del Instituto Tecnológico Puebla, para pedir unas monedas con la finalidad de comprar comida.
Sin embargo, cuando vieron que se iba, corrieron para subir y dieron prioridad a Dagoberto. Este no alcanzó a subir, cayó y la “bestia” le pasó por encima.
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Luego de la tragedia, los migrantes fueron auxiliados por comerciantes del mercado Zaragoza. Ellos solicitaron el auxilio de los cuerpos de emergencia, quienes al llegar no pudieron hacer nada por Dagoberto.
Entre las pertenencias de la víctima encontraron el número de sus padres, a quienes con ayuda de los comerciales, marcaron para darle la fatal noticia.
Tres hondureños asesinados en Ciudad Juárez
La Policía de México informaró la tarde de ayer viernes que entre los
fallecidos en la masacre en Ciudad Juárez, tres portaban documentación de Honduras.
Agregaron que se trabaja para confirmar si en efecto su nacionalidad es real o solo portaban documentos falsos.
Ninguno de los nombres fue divulgado pero se maneja que las víctimas mortales de la masacre son cuatro. Asimismo, detallaron que hay tres heridos y seis personas que lograron escapar.
El hecho se suscitó en una vivienda ubicada en las calles del «punto caliente» Riberas del Bravo; reconocido por los tres niveles del Gobierno de México como el escenario de crueles ajustes de cuentas y masacres entre integrantes del crimen organizado.
Según lo informado, en esa zona se disputan la venta del cristal. Los grupos en discordia son «Los Mexicles» y «Los Artistas Asesinos», antiguos aliados y hoy enemigos.
