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jueves, abril 25, 2024

Doña Priscila, de 102 años, y sus tres hijos murieron por COVID en menos de un mes

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SANTA BÁRBARA, HONDURAS. La historia de la familia Perdomo está causando tristeza, nostalgia e indignación, luego de que el COVID-19 le arrebatara la vida a cuatro de sus miembros en menos de un mes en el occidente del país.

La familia es muy conocido en el municipio de San Luis, Santa Bárbara. Ahora, toda una comunidad se encuentra de luto, al perder a una generación completa que fue parte de las historias que forjaron su pueblo.

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La triste historia se dio a conocer por diferentes medios locales. Una de las fallecidas fue Doña Priscila Perdomo, quien con sus 102 años estuvo luchando contra el COVID-19, sin embargo, su estado de salud se debilitó y perdió la batalla.

El pesar inunda a todos los pobladores de San Luis, quienes crecieron al lado de la familia Perdomo y conocían su humildad y los años de lucha.

Fallecieron en menos de un mes

Según se conoció, en menos de un mes murieron los cuatro integrantes, entre ellos, los tres hijos de doña Priscila, sus nombres son: Esperanza, Saul y Jacobo.

La información obtenida indicó que Esperanza Perdomo fue la primera en fallecer. Luego fue su madre, doña Priscila, el 3 de enero del 2021. Aunque, no se conoció en qué fecha exactamente perdieron la vida los demás. Sus muertes eran con ocho días de diferencia.

Doña Priscila junto a su hija Esperanza.

Esta reconocida generación de San Luis, deja pesar y mucho lamento. Los vecinos y personas de la comunidad han manifestado que el pueblo los recordará por siempre.

Doña Priscila Perdomo era la mujer con más edad en el municipio de San Luis, Santa Bárbara.

Incluso, a Jacobo, de cariño lo llamaban Jacobito y en redes sociales algunos allegados expresaron que era sumamente humilde. Asimismo que eran grandes personas quienes estaban partiendo de este mundo.

La pandemia del COVID-19 deja esta triste historia, además de luto en la generación que queda, quienes han recibido directamente los golpes del virus al perder a cuatro miembros de su familia.

El sabor amargo no se detenía para los Perdomo, tuvieron que atravesar el lamento de ver morir uno a uno a sus parientes en su vivienda. En vista de que la situación en los hospitales y centros de salud era aún más difícil.

Las personas ahora lloran la pérdida no solo Esperanza, Saul y Jacobo, sino también de su madre, doña Priscila, la cual no dejó solos a sus hijos en ningún momento.


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