Mongolia: Joven muere de peste bubónica tras comerse una marmota

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Las marmotas son las portadoras de la peste bubónica.

REDACCIÓN. Un joven de 15 años murió ayer martes a causa de la peste bubónica o también conocida como peste negra, tras un nuevo brote, informó el Ministerio de Salud de Mongolia.

Según investigaciones el adolescente, tres días antes del fatal desenlace, cazo y comió carne de marmota, en compañía de dos amigos.

La identidad del joven se encuentra resguardada. Al cuerpo del mismo se le realizo una prueba PCR. El resultado reveló, que en efecto había sido por la peste bubónica, indicó Dorj Narangerel, vocero del Ministerio de Salud.

Por tanto, todos los demás contactos que tuvo el adolescente, alrededor de 15 personas, fueron localizadas y aisladas. Esto, para detener e impedir la propagación de la enfermedad.

Hace dos semanas detectaron dos casos

El hecho se suscitó en la provincia mongol de Govi Altai, donde posteriormente se activaron los protocolos sanitarios. Además, en cinco distritos de esa misma provincia que comparte su frontera con China, se decretó cuarentena para evitar el contagio de la peste.

Esta muerte se da días después de que dos personas en este mes, dieran positivo en el test de esta enfermedad en Khovd, provincia vecina de Govi Altai. A raíz de esto El Centro Nacional de Enfermedades Zoonóticas (NCZD), está organizando un programa de inmunización en todo el país, para detener su propagación.

Nota relacionada: Alarma en Mongolia tras detectar dos casos de peste bubónica

En Mongolia, son las marmotas los roedores que pueden transmitir esta enfermedad, por medio de sus pulgas o su carne. Es por ello, que también es llamada “La peste de las marmotas”.

¿Qué es la peste bubónica?

La peste bubónica es una infección bacteriana grave que es transmitida, principalmente, por las pulgas, que puede ser mortal si no se trata con antibióticos de inmediato.

El yersinia pestis, el organismo que provoca esta peste, vive en pequeños roedores de las regiones rurales y semirrurales de África, Asia y Estados Unidos. Se transmite a los humanos por picaduras de pulgas que se alimentaron de roedores contagiados o, por personas que tocaron animales afectados.