Redacción. Roberto Gómez Bolaños, mundialmente conocido como Chespirito, no solo dejó un legado imborrable en la televisión latinoamericana con personajes como El Chavo del 8 y El Chapulín Colorado, sino también una historia personal llena de matices humanos.
En su libro de memorias Sin querer queriendo, el comediante abrió su corazón y compartió detalles íntimos de su vida fuera de cámaras, incluyendo uno de los capítulos más difíciles: su divorcio de Graciela Fernández, con quien estuvo casado por más de 20 años y tuvo seis hijos.
Herencia
La ruptura legal se concretó en 1989, pero no fue una decisión sencilla ni exenta de emociones profundas. En sus palabras, el comediante admitió que la culpa por haber iniciado una relación con Florinda Meza mientras aún seguía casado, lo llevó a actuar con generosidad hacia su exesposa. Como parte del acuerdo de separación —que él mismo calificó como «la solución más razonable»—, decidió dejarle a Graciela una herencia millonaria que incluyó propiedades, dinero y objetos personales.
Según el propio comediante, Graciela recibió:
- Dos casas construidas durante su matrimonio
- Varios terrenos
- Todos los muebles del hogar
- Uno de los automóviles favoritos de Gómez Bolaños
- Una suma de centenarios
“La solución de ruptura, por lo tanto, era la más razonable. Y para ello tomé la decisión de dejar en propiedad de Graciela todos los bienes raíces que teníamos, incluyendo las dos casas que habíamos construido, un buen número de terrenos, centenarios, el mejor de mis dos coches, todos los muebles”, se puede leer su libro.
El sentimiento de culpa influyó profundamente en su decisión. En el libro, Chespirito reconoció que la separación le causó remordimientos, sobre todo por haber iniciado un romance con Florinda Meza mientras aún estaba casado.
“En el proceso hay un fiscal que actúa de manera implacable: el sentimiento de culpa… cuando la realidad señala que siempre hay que compartir la culpa”, reza otra parte del libro.
El creador de El Chavo del 8 explicó que quiso reparar de alguna forma el daño emocional provocado por la ruptura, especialmente porque Graciela era la madre de sus seis hijos: Roberto, Graciela, Marcela, Teresa, Paulina y Cecilia.

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¿Quién fue Graciela Fernández?
Graciela Fernández, de origen argentino, conoció a Roberto Gómez Bolaños cuando ella tenía 15 años y él 22, en la colonia Del Valle, en la Ciudad de México. Comenzaron su noviazgo en los años cincuenta y se casaron en 1968.
El matrimonio duró más de dos décadas, hasta que en 1989 decidieron separarse definitivamente. Después del divorcio, Graciela optó por mantenerse alejada de los medios. Falleció el 29 de agosto de 2013 a los 84 años, sin que se revelaran públicamente las causas de su muerte.
¿Por qué se separaron Chespirito y Graciela Fernández?
En sus memorias, el comediante explicó que su relación con Graciela se fue deteriorando con el paso del tiempo, mientras su conexión con Florinda Meza se hacía más fuerte.
“Nuestra relación se había ido deteriorando paulatinamente… mientras la esencia de Florinda me iba inundando cada vez más”.
Finalmente, en 1989, la pareja formalizó el divorcio y Chespirito inició una nueva etapa junto a Florinda Meza, con quien compartió su vida hasta su fallecimiento en 2014.

Aunque el patrimonio que recibió Graciela fue considerado millonario, Chespirito dejó en claro que su gesto fue más que un trámite legal. En sus memorias, expresó que tomó la decisión como un acto de responsabilidad emocional.
Con ello, buscó garantizar que la madre de sus hijos contara con la estabilidad y seguridad necesarias tras el final de su matrimonio.