Redacción. Con la entrada en vigor del nuevo Reglamento de Extranjería (Reloex) desde este martes, España da un paso significativo hacia una política migratoria más inclusiva, moderna y adaptada a la realidad social y laboral del país.
Entre los principales cambios destaca la creación de la figura denominada arraigo de segunda oportunidad, que permite a personas migrantes regularizar su situación tras dos años de permanencia en el país.
Asimismo, la nueva vía está dirigida a quienes hayan tenido una autorización de residencia y, por diversas razones, no la hayan podido renovar. Ahora, si demuestran haber estado en España al menos dos años y cumplen con los requisitos establecidos, podrán optar a una autorización de residencia temporal.
La medida reconoce los vínculos sociales y laborales de estas personas, y busca evitar que caigan en la irregularidad tras años de arraigo en la sociedad española.
Nuevo reglamento en España
El Reloex establece cinco tipos de arraigo: social, laboral, familiar, socioformativo y de segunda oportunidad. Con estos cambios, el Gobierno busca ofrecer alternativas claras y seguras a las personas migrantes, mientras responde a las necesidades del mercado laboral y los desafíos demográficos del país.
La norma también amplía derechos y flexibiliza requisitos. Por ejemplo, los estudiantes extranjeros podrán trabajar hasta 30 horas semanales y el visado de búsqueda de empleo pasa de tres meses a un año.
También fortalece los procesos de reagrupación familiar y se clarifican las condiciones para familiares de ciudadanos españoles, incluyendo a cuidadores y familia extensa.
Durante los seis meses previos a la entrada en vigor del reglamento, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha desarrollado una intensa campaña de formación y refuerzo institucional. Se han incorporado 250 nuevos empleados a las oficinas de extranjería, con otros 500 previstos para junio.
“España cuenta ahora con una normativa clara, moderna y con vocación de permanencia”, afirmó la ministra Elma Saiz. Destacó que el reglamento refuerza una migración “regular, ordenada y segura”.