Migrante hondureño logró huir de agentes que lo torturaron

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migrante hondureño
Inmigrante hondureño

REDACCIÓN. Un testimonio que pone al descubierto el trato discriminatorio, violento y hasta criminal de Migración.

Lo anterior ha sido parte de hondureño José, quien estuvo a punto de morir en manos de estos servidores públicos.

Tres días de terror vivió un migrante hondureño en Puebla, cuando agentes lo golpearon, torturaron e intimidaron con matarlo. Luego lo amenazaron para que no denunciará y después de tres días la delegada le concedió la visa humanitaria y lo dejaron en la calle.

En Puebla

En entrevista con La Jornada de Oriente, José, narró que salió de Puebla la noche del pasado martes. Abordó un autobús con dirección a la Ciudad de México a las 21:20 horas y al llegar a la caseta de cobro  en Chalco Estado de México.

Agentes de migración abordaron el camión para buscar centroamericanos. Luego de detenerse frente al asiento de José le preguntaron de dónde era, él mintió sin éxito.

Lo obligaron a descender del autobús y le hicieron una seña al conductor para que se fuera.

A partir de ahí iniciaron las 72 horas más largas en la vida del migrante que vio frustrado su sueño por los agentes poblanos.

Inmigrantes

Eran casi las 11 de la noche del martes y cinco agentes migratorios empezaron a interrogarlo. José intentaba evadir las respuestas hasta que por forcejeos y amenazas encontraron su cartera.

Y ahí el acta de nacimiento y la cédula de identidad de Honduras. Al corroborar que el migrante había mentido los agentes se ensañaron con él, lo golpearon hasta tumbarlo.

En el suelo le tiraron patadas en todo el cuerpo, principalmente en el estómago hasta dejarle los intestinos inflamados.

Luego de casi una hora de la golpiza, lo subieron a una camioneta del Instituto de Migración.

Tirado en el piso del vehículo oficial, los agentes continuaron con su tarea hasta dejarlo inconsciente. José calcula que pasaron unos 10 minutos y cuando despertó dijeron “no está muerto” y siguió la tortura.

Migración

Al darse cuenta que valía más la pena estar inconsciente. José se hizo el desfallecido y escuchó como el equipo de cinco agentes migratorios decidía qué hacer con él.

“Mejor que este muerto y así tenemos dos opciones: lo tiramos en el Bordo (Xochiaca) o lo vamos a dejar a la embajada de su país”.

Escuchó el centroamericano y lo reprodujo en entrevista. José despertó y fue llevado a lo que él considera que es un centro de detención del INM en la Ciudad de México.

Por las lesiones que llevaba no fue recibido y fue llevado a la Cruz Roja para que fuera atendido.

Luego de ser revisado durante la madrugada los agentes de migración determinaron que era mejor que fuera enviado a Puebla, de dónde eran tres de los cinco agentes.

En la carretera a Puebla los agentes lo intimidaban con matarlo. De acuerdo con su narración hasta hacían bromas con su muerte al decir “tómate una selfie con el migrante que morirá”, según recordó José.

Tras las horas de angustia llegaron al medio día del miércoles al centro de detención en Puebla. Ahí los tres agentes entregaron al centroamericano a quién le advirtieron que tenía que decir que había sido golpeado y asaltado.

Tortura a inmigrante

José fue visto por la titular en Puebla del INM, luego le prometieron que sería revisado por un médico, pero nunca llegó.

Entrada la noche del miércoles el migrante fue llevado a una clínica del Seguro Popular.

En donde fue atendido y por el tipo de lesiones se pidió que llegará personal de la Fiscalía General del Estado para tomar parte.

Luego de los trámites burocráticos, José ingresó la noche del miércoles al centro de detención en Puebla pero fue aislado.

Él considera que fue para no ser visto por una treintena de centroamericanos que ahí estaban resguardados y que no les fue tan mal como a él.

Finalmente, la tarde del jueves José fue atendido por la delegada del INM quien le entregó la visa humanitaria válida por seis meses. Pero el migrante sabe que la tarjeta no es garantía de nada mientras permanezca en México.