Redacción. Ante el anuncio de posibles deportaciones masivas de mexicanos por parte del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, México ha iniciado un plan estratégico para atender a los connacionales que puedan ser repatriados a partir del 20 de enero de 2025, cuando el mandatario asuma el cargo.
La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, confirmó en rueda de prensa que se establecerán 25 nuevos albergues a lo largo de la frontera norte de México. Estos espacios estarán destinados exclusivamente a los mexicanos deportados y se diferenciarán de los albergues actuales, que generalmente reciben a migrantes en tránsito hacia Estados Unidos.
En Baja California, específicamente en ciudades como Tijuana y Mexicali, los albergues estarán diseñados para brindar atención integral a los repatriados. La gobernadora destacó que la iniciativa tiene como prioridad respetar los derechos humanos de los deportados y facilitar su reincorporación a sus comunidades de origen.
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Albergues
Los nuevos albergues tendrán una distribución específica para evitar la mezcla de grupos vulnerables. Se crearán espacios separados para:
- Familias completas
- Mujeres solas
- Hombres solos
- Adolescentes solos
- Niños y niñas no acompañados
Este enfoque busca ofrecer un ambiente seguro y adecuado para cada grupo, mientras se coordinan los esfuerzos con el gobierno federal y los estados para garantizar el retorno de estas personas a sus lugares de origen.
Respuesta ante un desafío inminente
Ávila Olmeda subrayó que la medida es una respuesta preventiva a las advertencias de Trump durante su campaña, quien ya fue presidente de Estados Unidos y podría implementar políticas migratorias más estrictas. Aunque aún no se conoce con certeza la magnitud de las deportaciones, las autoridades mexicanas buscan estar preparadas para cualquier eventualidad.
“Queremos dejar claro que estos albergues son para mexicanos, no para extranjeros. Aquí serán bienvenidos y respetaremos sus derechos”, afirmó la gobernadora.
Se estima que alrededor de 12 millones de mexicanos residen en Estados Unidos, de los cuales aproximadamente un tercio son indocumentados, convirtiéndolos en el principal objetivo de las políticas migratorias anunciadas por Trump.
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