TEGUCIGALPA, HONDURAS. Al menos 1,6 millones de empleos se reactivaron solo en el primer día de reapertura económica, según dio a conocer la Mesa Intersectorial, cuyo propósito es la supervisión de la transición a la «nueva normalidad»
El miembro que externó la información fue Juan Carlos Sikaffy, presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP). Esa cantidad representa poco más del 38 % de la Población Económicamente Activa (PEA), que por ahora ronda 4.2 millones de personas.
Tal como adelantó Diario TIEMPO Digital, entre el Municipio del Distrito Central (MDC) y San Pedro Sula, 290 mil personas volvieron a sus quehaceres profesionales.
El representante de la empresa privada también especificó que el tiempo de cese de operaciones dejó la pérdida de unos 110 mil millones de lempiras; es decir, un 16 % del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Sobre el cumplimiento de las medidas de bioseguridad por parte de los negocios, Sikaffy manifestó que «se prepararon de antemano» y que, hasta el viernes, un 83 % ya tenían todos sus protocolos listos para el reinicio de actividades.
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Creación de comisiones
Es importante tener en cuenta que la mesa de trabajo en mención está conformada por unas 30 organizaciones de sociedad civil y autoridades gubernamentales. Las mismas, optaron por la creación de una comisión fiscalizadora.
Ese equipo de trabajo será el responsable directo de que los recintos comerciales cumplan las guías de bioseguridad aprobadas por la Secretaría de Trabajo. La vigilancia será en todo el territorio nacional; además, se le facultó para aplicar sanciones, que, ante inminentes riesgos sanitarios, podrían derivar hasta en cierre de operaciones.
Marco Tulio Medina, científico local, opinó que es acertada la decisión de forjar un ente fiscalizador que evalúe las medidas y garantice una veeduría con evaluación técnica.
«Nuestro país está entre la espada y la pared. En un lado tenemos el grave problema de la seguridad alimentaria y el riesgo de hambruna; por el otro, tenemos la COVID-19 que va en una curva ascendente», agregó Medina.
Por el mismo lado, se acordó la fundación de una Comisión Nacional de Vigilancia. Ese grupo contará con el apoyo técnico de la Unidad de Vigilancia de la Secretaría de Salud y la correspondiente a Epidemiología en el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (SINAGER).
Esa porción de integrantes tendrán la labor de dar seguimiento al comportamiento de la pandemia en Honduras y los aspectos relacionados a la reapertura económica y social.
Se autorizó a dicha comisión la posibilidad de congelar las actividades económicas en el municipio que se considere conveniente. La suspensión se daría si se presenta un aumento en los niveles de contagio que representen un riesgo latente entre los habitantes.
Actualmente, Honduras está bajo la fase número uno de la reactivación económica. La misma implica, según se estableció, el retorno de algunos rubros con el 20 % del personal de cada empresa.
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