Redacción. La ola de despidos en Estados Unidos está registrando una caída sorprendentemente suave. Gigantes como Google, Goldman Sachs y Salesforce, entre otros, han recortado empleos este último año ante los temores de recesión.
Pero si más gente se está quedando sin trabajo, las cifras no lo están reflejando como suelen hacerlo. Podría ser una señal de que la mítica crisis del trabajador de cuello blanco (el profesional con estudios superiores) estadounidense está a la vuelta de la esquina.
Las empresas estadounidenses anunciaron casi 103,000 despidos el mes pasado, según la empresa de coaching Challenger, Gray & Christmas. Pero el número de solicitantes de prestaciones de desempleo se ha mantenido muy por debajo del promedio anterior a la pandemia, según el Departamento de Trabajo estadounidense.
Por su parte, la tasa de desempleo, que compara el número de personas en busca de trabajo con la población activa total, registró su mínimo de 54 años en enero. La oferta de empleo registró una cifra de 11 millones en diciembre, un nivel casi de récord, lo cual indica que tampoco hay tanto margen.
Una de las razones de esta desconexión entre unas cifras y otras tiene que ver con a quién se está despidiendo. Los sectores tecnológico y financiero, que están muy bien remunerados, supusieron el 51% de los despidos en enero y el 53% en diciembre, pese a que, sumados, estos dos sectores apenas suponen el 8% del empleo total.
Además, uno de cada tres trabajadores despedidos recibió una indemnización, según una encuesta realizada por ZipRecruiter. Los trabajadores que perdieron sus puestos también dijeron que podían subsistir una media de 3,3 meses sin recibir ingresos laborales gracias a lo que tenían ahorrado.
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Ahorro
Es probable que el misterio se resuelva por sí solo. El exceso de ahorro sumó un total de 900,000 millones de dólares en el cuarto trimestre. Esto es menos de la mitad del máximo de 2021, según informaban los analistas de JP Morgan el mes pasado.
Las demandas de empleo continuadas, que registran a las personas que reciben prestaciones de desempleo durante más de una semana, llevan subiendo desde finales de 2022, una indicación de que se tarda más en encontrar trabajo.
Para algunos, el mes de marzo será clave: la indemnización media incluía 16 semanas de salario, según ZipRecruiter, y los despidos empezaron a repuntar en noviembre.
La buena noticia para la economía es que, en las áreas donde se paga menos, el mercado va viento en popa. Las ofertas de empleo en restaurantes, hoteles y el sector del turismo se acercaron a máximos en diciembre.
Es algo que no se puede obviar, sobre todo si los despidos traen consigo una ralentización de la demanda de otros bienes y servicios. De momento, los despidos más visibles, aun siendo dolorosos, tardarán en hacer mella en otros sectores.
Fuente: www.elpais.com