Redacción. Lo que inicialmente fue reportado como un caso de secuestro en la comunidad de La Iguala, Lempira, ha tomado un giro luego de que salieran a la luz nuevas declaraciones que ponen en duda la versión original de los hechos.
Según información brindada por la Policía Nacional, una niña de 12 años, identificada como Sindy Carolina Cortez López, fue presuntamente raptada por dos mujeres que se hacían pasar por pastoras evangélicas. El incidente ocurrió cuando la menor estaba sola a la orilla de la carretera, momento en que las mujeres supuestamente la subieron a la fuerza a un vehículo y se retiraron.
Gracias a una denuncia ciudadana a través del Sistema de Emergencias 911, se activó un operativo de búsqueda que permitió ubicar a Sindy Carolina en una zona rural de la aldea El Rodeito. Las supuestas captores habrían abandonado a la niña al sentirse perseguidas por las autoridades.
El operativo culminó con el reencuentro de la menor con su madre, Marta Lidia López Vázquez, en una escena emotiva. La Policía destacó la importancia de las denuncias ciudadanas para prevenir delitos contra la niñez hondureña.
La otra versión
Horas después del hecho, surgió una versión distinta por parte de una de las involucradas. La pastora Deysi Manueles, quien estaba detenida brevemente, señalada como una de las supuestas captoras, aseguró a medios locales que nunca secuestró a la menor y que todo se trató de un malentendido.
En declaraciones ofrecidas al canal Galaxia 21, Manueles explicó que se dirigía a un cumpleaños y, al no recordar bien la dirección, preguntó a Sindy Carolina que caminaba sola por la carretera. Según su relato, le ofreció llevarla en su vehículo, pero en ningún momento la obligó.
«Ella me dijo que tenía miedo de ser secuestrada. Le expliqué que era pastora y que no le haría daño. Al final, aceptó subirse y me indicó el lugar», relató.
Minutos después de llegar al evento, patrullas policiales irrumpieron en el sitio y procedieron a su detención debido a la denuncia de la familia de la menor, quienes sostenían que la niña había subido al vehículo en contra de su voluntad.
Luego de varias horas detenida, las autoridades la dejaron en libertad al no encontrar pruebas suficiente en su contra.
Pese a lo ocurrido, la pastora expresó que no tomará represalias legales contra la familia y que optará por el perdón. «Oraré por ellos. Se ve que es gente humilde, pero también se nota la maldad en sus corazones», dijo Manueles.
¿Qué sigue?
El caso ha causado conmoción en la comunidad y ha dividido opiniones en redes sociales. Mientras algunos exigen una investigación más profunda, otros piden prudencia antes de emitir juicios.
Por ahora, las autoridades no han confirmado si el caso se cerrará como un malentendido o si se continuará con un proceso legal.