Redacción. Honduras atraviesa una profunda crisis sanitaria, en la que los médicos enfrentan grandes desafíos para brindar atención a la población.
Así lo expuso Helga Codina, expresidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH), quien describió la difícil realidad de los profesionales de la salud en un sistema colapsado por la falta de insumos, la desinformación y la precariedad laboral.
«Al médico hondureño le toca un papel bastante difícil porque debe aplicar todos sus conocimientos científicos en un ámbito con escasez de medicamentos, insumos y hospitales», afirmó Codina, al añadir que a esto se suma la falta de educación en salud de la población.
Falta de recursos y precariedad laboral
Uno de los principales problemas que enfrentan los médicos en el país es la falta de contrataciones, lo que sobrecarga a los profesionales activos. Para Codina, en Honduras hay aproximadamente 20,000 pacientes por cada médico, de manera que impide brindar una atención oportuna.
«Hay muy pocos médicos contratados para la alta demanda de atención. Muchos pacientes llegan en condiciones complicadas y el médico debe comprender su situación, sin contar con los recursos necesarios», explicó.
A la crisis se añade el incumplimiento de la legislación que protege a los profesionales de la salud. Desde 2007, se estableció una ley que define el salario base para los médicos y su ajuste anual según la inflación. Pero, según la exdirectiva del Colegio Médico, la normativa no se ha respetado, lo que ha generado una deuda histórica por parte del gobierno.
Codina señaló que en la Secretaría de Salud hay demoras administrativas que retrasan el pago de salarios. Asimismo, denunció la deducción forzosa de una cuota «voluntaria» destinada al partido de gobierno. «Si realmente fuera voluntaria, sólo deberían aportarla quienes estén inscritos en el partido, no todos los médicos», enfatizó.
Campaña de desprestigio contra médicos
Otro de los factores que agrava la situación de los galenos hondureños es la falta de respaldo gubernamental y social. Codina dijo que existe una campaña de desprestigio contra los médicos, impulsada desde el gobierno, con el objetivo de desviar la atención de la crisis sanitaria y la corrupción en el sector salud.
«Se culpa a los médicos de no dar un buen trato, en lugar de promover una campaña de respeto hacia ellos y de concientización para que la población siga sus recomendaciones», criticó.
Para cerrar, reiteró que «el médico hondureño tiene un trabajo bastante difícil», pero sigue firme con su compromiso de atender a la población.
Los profesionales médicos continúan en la lucha por mejorar las condiciones del sistema sanitario, aunque su trabajo se ve obstaculizado por la falta de insumos, el irrespeto a sus derechos laborales y la desinformación de la población. La crisis sigue en ascenso y las soluciones aún parecen lejanas.