TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una joven médico con un futuro prometedor, pero el infortunio del COVID-19 la despojó primero de su tía, y hoy, viernes, le arrebató la vida y con ello los sueños y metas fijadas, dejando luto y dolor en su familia.
Se trata de la doctora Karen Melissa Tábora, de 32 años de edad, originaria de la ciudad de Santa Rosa de Copán, pero residía en el municipio de La Entrada, siempre en Copán, donde hasta hace unos días laboraba en un centro de triaje.
El pasado 29 de enero fue internada en el Hospital de Occidente, tras resultar contagiada del COVID-19. No obstante, su salud empeoró rápidamente y en este centro asistencial no había insumos ni recurso humano para someterla a un proceso intensivo.
Por lo anterior, los familiares y personal de Medicina decidieron remitirla de urgencia a la capital hondureña, Tegucigalpa. Primero, la llevaron hacia la ciudad de Gracias, Lempira, donde un avión de la Fuerza Áerea Hondureña la esperaba para trasladarla al Hospital Escuela.
Ella tenía dificultades para respirar, por lo cual, iba conectada a un tanque de oxígeno, y al llegar, de inmediato la ingresaron al centro asistencial. Un ejército de batas blancas, colegas suyos, hizo lo posible por salvarle la vida, pero fue imposible.
Cuatro paros cardiorespiratorios fulminaron sus pulmones y corazón, confirmándose su fallecimiento a eso de las 2:30 de la tarde. El llanto, dolor e impotencia eran visibles en los desgarrados rostros de sus familiares, quienes aguardaban en las afueras del Hospital Escuela.
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La médico estaba a un paso de llegar al altar
De acuerdo a sus allegados y parientes, Karen Tábora era un joven llena de alegría, con muchas metas por cumplir. Ella cursó y se graduó de la carrera de Medicina y Cirugía en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (UNAH-VS).
Tábora hace poco tiempo se había comprometido con su novio, con quien sostenía una relación sentimental de cuatro años. Las imágenes muestran la felicidad que ambos vivían en los momentos que pasaban juntos.
Sin embargo, la sonrisa y su deseo de llegar al altar no puso ser, pues la enfermedad del COVID-19 acabó se interpuso en la felicidad de la enamorada pareja. Ambos se complementaban, según lo muestran las gráficas que compartían en sus redes sociales.
La familia Tábora vive una pesadilla, pues en menos de un mes han perdido a dos miembros, primero a Denia Elizabeth, tía de Karen. Ella era pastora evangélica y también perdió la batalla contra el mortal virus.
En Copán le darán el último adiós
Elizabeth más que una tía, era una madre de crianza para la doctora Karen, por lo cual, su perdida le causó un gran impacto. Esta razón, presumen sus parientes, habría influido en la salud de la joven, al momento de luchar contra la enfermedad.
Los familiares de la galeno manifestaron que tras recibir el cuerpo sin vida, lo trasladaran hasta el occidente del país, donde le darán el último adiós. Mientras tanto, su madre y un hermano también luchan por salvar su vida de las garras del COVID-19.
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