Redacción. Mazda busca posicionarse en el competitivo mercado de los vehículos electrificados con el lanzamiento de una versión híbrida de su SUV CX-50, cuya producción estará a cargo de la planta Mazda Toyota Manufacturing (MTM) en Huntsville, Alabama.
Este modelo, que llegará a los consumidores en 2026, responde al auge de la demanda en mercados clave como Norteamérica. Asimismo, refleja cómo la colaboración entre Mazda y Toyota está transformando el sector automotriz.
La planta de MTM, resultado de una inversión conjunta de 2,300 millones de dólares y con una capacidad de producción de 300,000 vehículos al año, comenzó operaciones en 2021 fabricando dos modelos: el Toyota Corolla Cross y el Mazda CX-50, ambos en versiones a gasolina.
Ahora, con la llegada de la variante híbrida del CX-50, Mazda integrará la tecnología híbrida de Toyota, conocida como Toyota Hybrid System (THS), en uno de sus modelos clave para la región.
«Hoy, las empresas necesitamos hacer alianzas porque no hay cartera que alcance. La industria está transformándose con tecnologías como la electrificación, y para eso se necesita un socio, un partner», explica Miguel Barbeyto, presidente de Mazda en México.
Un intercambio de tecnología
Barbeyto explica que esta colaboración trasciende la manufactura. «Hay una transferencia de conocimiento constante entre Toyota y Mazda», asegura. «Nosotros compartimos, por ejemplo, nuestra tecnología de pintura, que nos permite ofrecer acabados únicos como el Soul Red, y Toyota nos ha compartido su tecnología TNGA. Este intercambio también incluye procesos de manufactura y la integración de proveedores en la región».
Las baterías para los nuevos modelos híbridos que se producirán en la planta de Alabama serán suministradas por Toyota desde una planta nueva en Carolina del Norte, aunque las celdas seguirán siendo importadas de Asia.
Mazda y Toyota no sólo comparten operaciones en Alabama, también tienen acuerdos en otras áreas, como financiamiento y desarrollo de tecnología. Toyota Financial Services, por ejemplo, opera como financiera de Mazda en mercados clave como Estados Unidos, Canadá y Australia, mientras que ambas compañías trabajan conjuntamente en proyectos de innovación en conectividad, seguridad y eficiencia manufacturera.
Barbeyto enfatizó que la alianza entre ambas marcas mantiene su carácter estratégico y bien delimitado. «La tecnología híbrida que estamos usando en el CX-50 es de Toyota, pero este modelo sigue siendo un producto completamente diferente, diseñado por Mazda», enfatiza Barbeyto.
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Mazda alista la llegada de varios híbridos
La incorporación de tecnología híbrida de Toyota en el CX-50 es un hito para Mazda, pero no un punto final. La compañía ya está trabajando en su propia tecnología de hibridación, que se espera esté lista en 2027. Sin embargo, mientras este desarrollo avanza, la alianza con Toyota asegura la competitividad de Mazda en un mercado donde los vehículos híbridos están ganando terreno rápidamente.
«Vamos a añadir modelos híbridos y plug-in hybrid a nuestra línea de productos grandes. En 2025 tendremos las CX-70 y CX-90 híbridas enchufables, y para 2026 llegará la CX-50 híbrida a México», señaló el directivo.
Aunque la estrategia a largo plazo todavía está en desarrollo, Barbeyto aseguró que el enfoque estará en la diversificación del portafolio. «Vamos a tener más híbridos e hibridación en más productos. No existe todavía todo el plan, pero estamos trabajando en ello», afirmó.
La electrificación requiere inversiones multimillonarias, y las empresas están optando por reducir costos mediante alianzas estratégicas. «Hoy día, ninguna empresa puede avanzar sola», concluye Barbeyto. «El modelo ha cambiado, y ahora necesitamos socios para innovar, ser más eficientes y responder a las necesidades del mercado».