Redacción. En los últimos años, los fabricantes de autos de alto rendimiento han presionado sus motores para lograr más potencia y eficiencia. También deben cumplir regulaciones ambientales cada vez más estrictas. Esta carrera tecnológica ha provocado un aumento notable de fallas inesperadas en motores.
Una publicación viral en Instagram, de una cuenta especializada en superdeportivos, alertó sobre esta tendencia. Señaló que las nuevas fallas son más comunes debido a defectos de diseño, procesos de fabricación deficientes y problemas de control de calidad.
La complejidad de los motores modernos dificulta el diagnóstico rápido de los problemas. Aunque buscan mayor eficiencia y menos emisiones, algunos motores no soportan las demandas sin sacrificar durabilidad. Esto genera dudas sobre la confiabilidad a largo plazo de estos vehículos.
La publicación incluye imágenes que muestran daños graves en motores de marcas como Ferrari, Lamborghini, Porsche, McLaren, BMW M y Toyota Supra modificados. Entre los daños se observan bloques agrietados, bielas rotas, cojinetes fundidos y pistones perforados.
Estos motores, con alta potencia y tecnologías complejas como turbos de geometría variable o sistemas híbridos, sufren fallas prematuras. La comunidad automovilística debate si se está sacrificando la durabilidad por el rendimiento y el cumplimiento ecológico.
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Opinión de expertos
Expertos coinciden en que la mayor potencia, materiales ligeros y sistemas electrónicos aumentan el riesgo de averías costosas. Las reparaciones pueden superar cientos de miles de euros para los propietarios.
Esta tendencia también se refleja en recalls masivos recientes por problemas similares en motores de producción. Los entusiastas recomiendan mantenimiento riguroso y precaución al modificar vehículos para evitar fallas graves.


