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sábado, junio 7, 2025

Mauricio Baquedano: un músico apasionado que forja el futuro musical de Valle de Ángeles

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Redacción. En el corazón de Valle de Ángeles, una nueva melodía comienza a sonar, impulsada por la pasión y el compromiso de Mauricio Baquedano. Este talentoso músico de 28 años, originario de Tegucigalpa, sueña con un futuro vibrante para la educación musical en la comunidad.

Desde 2012, la vida de Baquedano ha estado intrínsecamente ligada a la música. Egresado de la Escuela Nacional de Música en 2014 con especialidad en percusión y enseñanza, actualmente profundiza sus conocimientos con estudios de guitarra en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Su trayectoria incluye ser cofundador de Rubato Jazz Project, donde exploró las complejidades del jazz. También tuvo la oportunidad de tocar con grandes figuras hondureñas como José Antonio Velázquez.

El hondureño comparte su pasión por la música.

Escuela

Con la llegada a Valle de Ángeles, Baquedano dio inicio a la Escuela Sonidos del Valle, una iniciativa pionera que, según él, es la primera de su tipo en la comunidad. Su objetivo es muy claro: compartir la riqueza de su experiencia musical con niños, jóvenes y adultos. Actualmente, Mauricio imparte clases de piano, guitarra, batería, bajo y canto, sembrando así las semillas de la educación musical en un terreno fértil.

Más allá de las aulas, el joven visualiza un futuro aún más ambicioso para Sonidos del Valle. Lo ve como un proyecto piloto que sentará las bases para una fundación dedicada a beneficiar a muchos niños.

Los menores aprenden guitarra de la mano de su mentor.

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Además, busca acercar a la gente al funcionamiento de la escena musical, ofreciendo conciertos gratuitos de alta calidad que permitan a la comunidad disfrutar de espectáculos de primer nivel, un derecho que considera universal.

La jornada de Baquedano es un equilibrio dinámico entre la enseñanza en Sonidos del Valle, sus estudios de guitarra en la UNAH y su labor como profesor de percusión en la prestigiosa Escuela Experimental de Niños para la Música. Esta última, una institución clave en la educación musical hondureña, nutre a jóvenes talentos al integrar materias académicas con la práctica musical.

Las clases permiten que los estudiantes desarrollen su amor por la música.

Vocación

A través de su vocación, el joven busca irradiar pasión y alegría en su entorno, creando espacios donde la música se convierta en un puente hacia la autenticidad. Es el primer músico profesional en su familia, un hecho que resalta la fuerza de su vocación, descubierta a los 13 años.

Desde pequeño, su fascinación por el ritmo lo llevó a experimentar con la batería y cualquier objeto que pudiera producir sonido. Para él, la música trasciende los instrumentos; es un lenguaje universal que permite expresar ideas y emociones.

Integrantes de Rubato Jazz Project 2022.

Privilegio 

Consciente de que la educación musical en Honduras ha sido, históricamente, un privilegio costoso y no una prioridad estatal, Baquedano enfrenta desafíos como la falta de una cultura de formación musical arraigada en Valle de Ángeles y la sostenibilidad de su escuela. Sin embargo, su compromiso es inquebrantable, incluso apoyando a varios niños con becas para que puedan acceder a la enseñanza.

Baquedano, cofundador del grupo Rubato Jazz y con experiencia en diversas bandas como Híbridos Jazz, desmiente un mito persistente: que «no se puede vivir de la música». Con convicción, Mauricio enfatiza que ser músico es una profesión tan digna como cualquier otra, e incluso una carrera universitaria con posibilidades de alcanzar un doctorado.

Baquedano ha formado parte de varios grupos musicales.

Semilla

Para un país como Honduras, donde el camino para las artes a menudo parece menos transitado, Mauricio subraya la importancia de la valentía y la iniciativa. Según él, un amplio camino espera la formación de los músicos.

La carrera musical, explica, va mucho más allá del escenario; también implica compartir conocimientos y sembrar la semilla de la música en la comunidad, cultivando así nuevas generaciones de talentos y apreciadores del arte.

Para todos aquellos que sueñan con dedicarse a la música, Mauricio ofrece un mensaje de aliento claro y contundente: «No teman tomar la decisión de seguir una pasión». Su experiencia y visión invitan a los futuros talentos hondureños a abrazar la música no solo como un arte, sino como un camino profesional viable y enriquecedor.

Banda Vértigo- Festival de los confines, Gracias, Lempira, 2022.

Su consejo final es buscar los centros de educación musical existentes, como Sonidos del Valle, para encontrar una guía y asegurar un aprendizaje sólido.

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Frase

“Quiero guiarlos en un viaje emocional en el que se sientan libres de explorar, sentir y vivir su verdadero yo”.

Dato

En 2018, Baquedano ganó el Festival Universitario de Música Popular.

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