CHOLUTECA, HONDURAS. Mirna Ochoa llamó un par de ocasiones a su madre y a su hermano preguntándole por su papá, pues tenía la intención de saludarlo, pero siempre le decían que salió de su hogar para realizar diferentes actividades.
Con el paso del tiempo, seguían expresándole lo mismo, negándole la comunicación con su progenitor. A ella se le hizo extraño, por lo que decidió ir personalmente a ver qué ocurría en la casa, ubicada en la aldea San Juan Arriba de El Corpus, Choluteca.
Cuando llegó, conoció la fría verdad, pero se la contaron a medias. Su padre ya no tenía vida, pero las versiones que tenían sus familiares sobre el porqué de su muerte se contradecían.
Alguien le dijo inicialmente que el señor –Hilario Ochoa de 67 años- expiró por COVID-19. Después, le aseguraron que la verdadera razón fue un tiroteo que se registró en el municipio de El Triunfo.
Ante la incoherencia de los relatos, la enlutada mujer interpuso una denuncia ante la Dirección Policial de Investigaciones (DPI). Don Hilario ya tenía ocho meses de haber «desaparecido».
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Encuentran restos mortales
Cuando las autoridades llegaron a la aldea para averiguar, hallaron una fosa; la misma estaba justo atrás de la vivienda de los Ochoa. Al excavar encontraron una osamenta.
Los datos del relato fueron recabados por Metro TV, canal de televisión que también reprodujo la declaración de Gerson Escalante, portavoz de la Policía Nacional, quien indicó que aún no se confirma que el cuerpo sea el de Don Hilario.
Confesión
No obstante, el oficial reveló que ya alguien confesó la autoría material del crimen. Se trata de un joven de 35 años, de oficio minero, que es precisamente el hijo de la persona «desaparecida».
La fuerza de seguridad ya tiene un posible móvil del hecho violento. Manejan, según las declaraciones de familiares, que todo habría sido por una herencia; supuestamente había una disputa por unos terrenos que tenían en litigio.
El joven minero fue arrestado por agentes de la DPI bajo la acusación del delito de parricidio en perjuicio de su propio padre. Será puesto a las órdenes de los Juzgados de Choluteca.
Todavía no se sabe cómo terminará el caso o qué pasará con la mamá del supuesto homicida, quien, según la historia, encubrió durante meses lo que ocurrió con su compañero de vida.
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