TEGUCIGALPA, HONDURAS. Una terna de jueces del Tribunal de Sentencia en materia de criminalidad organizada, medio ambiente y corrupción dictó una sentencia de 19 años más cuatro meses de prisión a Franklin José Posso Argeñal, implicado en el asesinato de Edwin Dibier Hernández, hermano de Rina Leal.
Al condenado le presentó y sustentó la acusación de manera formal la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV), a través de la Sección en Muertes Cometidas por Estructuras Criminales Organizadas.
Posso Argeñal asumió su responsabilidad, se declaró culpable de los cargos de asesinato y asociación para delinquir en perjuicio de otros derechos fundamentales, en el hecho violento ocurrido el 11 de julio del 2024 en un carwash de la colonia Las Torres, de Comayagüela.
Es por ello que se sometió a la figura del procedimiento abreviado y la condena se le dio a cinco meses de su captura en el departamento de Olancho. El juzgado de letras le impuso 15 años de cárcel por el delito de asesinato y 4 años con 7 meses por asociación para delinquir.
Posso Argeñal deberá de cumplir su condena en la Penitenciaría Nacional de Támara, en el valle del mismo nombre en Francisco Morazán.
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El caso e investigaciones
La detención del ahora condenado la ejecutó el Ministerio Público (MP) en conjunto con la Policía Nacional durante seis allanamientos de domicilio en Juticalpa, Olancho, el pasado 17 de octubre del 2024.
Por esta misma causa penal también permanecen recluidos en Támara, Manuel Armando Espinoza Rivera y Héctor Rogelio Turcios Valle. Ellos aún están en proceso y no se les ha condenado.
Las investigaciones de parte de la fiscalía y policía establecen que el día del asesinato, los tres implicados se trasladaron en dos vehículos desde Olancho hasta Tegucigalpa para poder ejecutar el crimen. Antes, ya habían diseñado el plan en la ciudad de Juticalpa.
También, los expertos indicaron que el plan de fuga de estos sujetos incluyó dejar abandonado uno de los carros en el parqueo de una universidad privada, con el fin de ocultar los rastros del crimen. Entre tanto, el otro automotor lo dejaron en Juticalpa.
Del mismo modo, las investigaciones revelaron que los autores actuaron en conjunto y de manera coordinada para llevar a cabo este asesinato, cumpliendo cada uno un rol específico dentro del esquema delictivo.