TEGUCIGALPA, HONDURAS. Más de 100 miembros de la policía penitenciaria de Honduras interpusieron su renuncia ante la Secretaría de Seguridad, al tener expectativas diferentes a las de ir a las cárceles.
Según el abogado penalista, German Licona, muchos de estos agentes quedaron asignados a unidades diferentes de la Policía Nacional. Sin embargo, mencionó que en muchos casos algunos de ellos en forma de «castigo» son enviados a los centros penales.
«Se tiene información que muchos de los policías que están en las diferentes unidades de la Policía Nacional, al cometer falta los mandan castigados a cuidar los centros penales», expresó Licona.
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Sin embargo, habrían otros miembros de la policía penitenciaria, que según Licona, renunciaron por temor.
«Temen que la interventora vaya a escudriñar toda la suciedad que hay dentro de los centros penales y puedan ser mencionados», expresó.
Capacidad de centros penales
Por otra parte, Licona trajo a mención que los centros penitenciarios sobrepasan su capacidad. Señaló que entre personas sentenciadas y otras que están en proceso se contabilizan más de 20 mil.
De la misma manera, planteó que el número de policías penitenciarios «anda en 2,400» elementos, que son los encargados de cuidar los centros penales. La comparación de números deja entrever la falta de agentes para el sistema carcelario de Honduras.
Asimismo, argumentó que la policía penitenciaria debe estar conformada por personal idóneo con las «capacidades necesarias, a fin de mantener el control de las cárceles».
Finalmente, sobre los rumores de crear otros centros penales, el abogado penalista opinó que se debe realizar un diagnóstico que permita determinar si es necesario construir más cárceles de máxima seguridad o si sólo es necesario readecuar las ya existentes.