Redacción. La caída del cabello en mujeres es un problema cada vez más frecuente, pero no siempre está relacionada con el estrés. Aunque esta suele ser la explicación más común, existen diversas causas médicas que pueden desencadenar distintos tipos de alopecia.
Reconocer las causales a tiempo es clave para evitar complicaciones y recibir el tratamiento adecuado.
Perder entre 100 y 150 cabellos al día se considera normal. Sin embargo, si la caída es más abundante, persistente o aparecen zonas sin cabello, es momento de consultar con un dermatólogo. La caída excesiva puede estar relacionada con alteraciones hormonales, déficits nutricionales o enfermedades autoinmunes.
Tipos de alopecia femenina más comunes
Efluvio telógeno
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Causa principal: estrés físico o emocional, fiebre, cirugía, postparto, cambios hormonales o medicación.
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Síntomas: caída difusa y repentina del cabello.
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Pronóstico: suele ser temporal y mejora en pocas semanas si se identifica y corrige el factor desencadenante.
Alopecia androgénica
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Causa principal: predisposición genética y alteraciones hormonales (como menopausia o síndrome de ovario poliquístico).
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Síntomas: afinamiento progresivo del cabello, especialmente en la parte frontal y superior de la cabeza.
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Pronóstico: es crónica, pero puede tratarse para frenar su avance.
Alopecia areata
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Causa principal: autoinmunidad (el sistema inmune ataca los folículos pilosos).
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Síntomas: aparición de calvas en forma de parches, pérdida del vello corporal o cejas.
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Pronóstico: puede remitir espontáneamente o requerir tratamiento médico especializado.
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¿Qué estudios o pruebas se recomiendan?
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Analítica general: para descartar anemia, deficiencias de hierro, zinc, vitamina D o problemas tiroideos.
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Revisión del historial médico: para detectar posibles causas hormonales, medicamentosas o inmunológicas.
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Tricoscopia: técnica no invasiva que analiza el estado del cuero cabelludo y los folículos.
Opciones de tratamiento disponibles
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Fórmulas dermatológicas personalizadas: lociones o preparados con activos para estimular el crecimiento.
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Mesoterapia capilar: microinyecciones de vitaminas, aminoácidos y minerales.
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Plasma rico en plaquetas (PRP): tratamiento regenerativo con factores de crecimiento.
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Cuidado cosmético especializado: champús, mascarillas y sérums adaptados.
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Terapias de limpieza profunda: como Hydrafacial capilar, para eliminar impurezas del cuero cabelludo.
La caída del cabello en mujeres no debe tomarse a la ligera. Más allá de la estética, puede ser un síntoma de fondo que requiere evaluación médica. El diagnóstico temprano permite frenar la progresión de la alopecia y, en muchos casos, recuperar el cabello perdido. Acudir al especialista es fundamental para mantener tanto la salud capilar como el bienestar general.
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