Redacción. El analista político Marvin Ponce expresó este jueves su descontento con la forma en que el Día del Trabajador ha sido despojado de su significado histórico en Honduras.
Para Ponce, el 1 de mayo, originalmente destinado a conmemorar las luchas de los trabajadores y los mártires de Chicago (Estados Unidos), se ha transformado en una plataforma política utilizada por el partido de gobierno, Libre.
En su cuenta de X (antes Twitter) afirmó con tono crítico: «¡Qué tristeza, qué tristeza! Ya el primero de mayo no es la reivindicación por los mártires de Chicago ni el recordatorio de la huelga del 54». El movimiento obrero, sostuvo Ponce, ha perdido relevancia y no cumple con su objetivo original de lucha por los derechos laborales ni por las causas históricas del pueblo hondureño.
El desplazamiento de las centrales obreras
Señaló que las centrales obreras han desaparecido como actores clave y ya no son las voces de la reivindicación social. Desde su perspectiva, las organizaciones sindicales «no logran organizar sindicatos, no logran reivindicar derechos laborales, no logran preservar los derechos adquiridos».
A juicio de Ponce, el protagonismo en las manifestaciones del 1 de mayo ha cambiado radicalmente. En lugar de los líderes sindicales tradicionales, como Carlos H. Reyes o Daniel Durón, ahora es Manuel Zelaya Rosales, líder de Libre, quien se ha apoderado de la convocatoria.
Comentó que el partido de gobierno ha desplazado a las organizaciones históricas que antes lideraban las marchas, convirtiendo la fecha en una manifestación política.
El uso político del 1 de mayo
Finalmente, argumentó que las movilizaciones organizadas por Libre no reflejan las verdaderas necesidades del pueblo hondureño, sino que buscan desviar la atención de los problemas urgentes del país, como el alto costo de la vida, la inseguridad, la corrupción y la crisis en el ámbito laboral y alimentario.
«Lo hacen para que la gente no reclame por el alto costo de la vida, por la falta de derechos laborales, por la mala seguridad pública», señaló. El 1 de mayo, en su opinión, ha dejado funcionar como un espacio para recordar las luchas populares. En cambio, se ha convertido en una herramienta para defender la imagen del gobierno de Xiomara Castro.