Argentina.- El ex mundialista con Argentina está viviendo una nueva faceta en el fútbol. Tras su retiro en el 2017, Martin Demichelis ha permanecido ligado al club donde brillo en sus últimos años como profesional del balompié.
A sus 40 años, el ex futbolista argentino se desempeña como entrenador estelar en la categoría sub 19 del Bayern Múnich. Una experiencia que le ha servido para sacar sus propias conclusiones en cuanto al fútbol formativo, mismas que compartió en una extensa entrevista para el rotativo ‘Tiempo Argentino Beta’.
Demichelis detalló los por menores de cómo se trabaja en las divisiones inferiores del fútbol alemán. En particular, en una categoría que se constituye como el último paso de los jóvenes, antes de dar el salto al primer equipo:
«El Sub 19 del Bayern juega la Bundesliga, la Copa de Alemania y la Youth League, que es la Champions juvenil. La logística y la planificación es de un equipo profesional. Soy un entrenador cuyo objetivo es exclusivamente la formación. Los principios y lo humano, están muy por encima de cualquier sistema y de los resultados», inició diciendo Demichelis.
Y agregó: «Poder trabajar sin depender de los resultados, va mucho más allá. Si acompañan, siempre es beneficioso para el estado de ánimo. Aunque, muchas veces, trabajar con dolor y bronca, inquietudes y algún tipo de duda, aporta muchísimo más al crecimiento».
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Demichelis y la importancia de la tecnología en el deporte
«La tecnología al servicio del deporte hace que se acorten muchísimo los tiempos. Antes, para hacer un análisis, tenías que ver todo el partido. Hoy el entrenador, con el área de scouting, minimiza esos 93 minutos en identificaciones puntuales propias y del rival para mostrarles a los jugadores. Entonces las charlas se tienen que acortar, hay que adaptarse a ese cambio generacional».
La presión del fútbol como industria
«Los chicos son hoy mucho más impacientes por todos los entornos: las marcas deportivas, los representantes, los padres. Los chicos nacen con un celular, el Instagram y con el verse constantemente. Pero después, adentro del campo, ese feedback, esa relación de lenguaje corporal, es la que más me atrae. Ahí podemos investigar y extraer un enorme potencial del futbolista», explicó el argentino.
Además, Demichelis comentó sobre las implicaciones que tiene para un joven la alta exigencia del modelo alemán. El ahora entrenador, profundizó en que la excesiva rigurosidad afecta el desarrollo de un jugador en proyección, haciéndolo perder su espontaneidad:
«Los chicos ocupan hoy muchísimo tiempo en los colegios. Tenemos la ciudad deportiva en las afueras de Múnich. Un chico cuando termina el colegio tarda 40 minutos en llegar al entrenamiento, y se cambia, se venda y sale al campo, entra en calor. Después termina y corre a las duchas porque lo espera el autobús».
«Llega a la casa, cena temprano, y le queda poco tiempo para acomodar lo escolar. nosotros teníamos más tiempo libre, no sólo para estar más tiempo con la pelota, sino para practicar otros deportes. Hoy es colegio y fútbol, Les falta esa hora extra, ese tiempo de ocio para poder incorporar calle y potrero. esas horas en las que el jugador aprende con el balón, pero sin el estrés que inculca la competencia de ser constantemente el mejor», finalizó.
