Jugadores de los Marlins realizan homenaje a José Fernández tras su muerte

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Los Marlins de Miami honraron la noche del lunes a su fenecido compañero José Fernández de manera muy especial al salir a jugar todos con su jersey con el número 16 ante los Mets de Nueva York en una emotiva jornada en el Marlins Park.

Horas después de recibir el visto bueno por parte de Major League Baseball, los jugadores recibieron un aplauso por parte de la fanaticada a medida que iban entrando al terreno con el número 16 y el apellido «Fernández» en la espalda para los calentamientos prejuego.

Será la última que se vestirá el uniforme del lanzador cubano que falleció trágicamente el domingo por la madrugada en un accidente marítimo junto a otras dos personas, ya que los Marlins anunciaron que el número de Fernández será retirado, el primer jugador del equipo en recibir el honor.

«Este es el día más triste en mi trayectoria, el más bajo como propietario de un club», comentó Jeffrey Loria, visiblemente conmovido. «Esta es una verdadera tragedia que le ha sucedido a una persona pura y genuina. Una tragedia».

En el primer partido sin su estelar lanzador, los Marlins le rindieron un tributo al colocar el número 16 en varias pantallas de video, además de pintar el número en el montículo, antes de realizar una emotiva ceremonia prejuego.

Momentos antes del grito de «playball», los titulares de los Marlins se reunieron en el montículo, y el resto de los jugadores junto a los integrantes de los Mets se pararon en las líneas de foul para brindarle un minuto de silencio a quien fue Novato del Año de la Liga Nacional en 2013 y la cara de la franquicia desde su llegada a las Grandes Ligas.

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Al concluir el acto, se mostró un vídeo de los mejores momentos del lanzador con la novena de Miami mientras una trompeta entonaba el clásico de «Take Me Out to the Ballgame» y varios jugadores como Dee Gordon, Marcell Ozuna y el coach Barry Bonds no podían contener las lágrimas.

Al concluir la canción y posteriormente el himno nacional, los jugadores de ambos equipos se dirigieron al medio del diamante para abrazarse y saludarse en un momento inolvidable.

Después, los Marlins se reunieron en el montículo donde se arrodillaron para tocar la arena en la lomita y darle palmadas al número 16 antes de confundirse todos en un abrazo colectivo ante los aplausos y gritos de » ¡José, José, José!» del público.

Gordon, el primer bateador de los Marlins, entonces brindó otro momento emotivo al abrir la tanda ofensiva con su primer jonrón de la temporada y no bien pisó el plato, comenzó a llorar y fue recibido en el dugout con abrazos por sus compañeros.

En la primera entrada del partido, Gordon primero se paró a batear a lo derecho e imitó el estilo de batear de Fernández. Luego, el campocorto de los Marlins se colocó a batear a la zurda y desapareció la pelota por el jardín derecho, un instante digno de una película de Hollywood.