José Benjamin
Hay un columnista de Tiempo, un sociólogo que se lamenta haber sido de Izquierda cuando joven. Mario Vargas Llosa, pareciera trata de justificar sus decisiones personales de dejar a su esposa para andar de novios, «de cachetes embarrados con la tal Isabel Preysler, una mujer 15 años menor que ella. Y Mario Vargas Llosa como el sociólogo arrepentido nunca han sido objeto de mi interes para leerles. Al bendito Vargas Llosa lo he tratado de leer decenas de veces, varias de sus obras. Pero me han resultado aburridas, sin ese mensaje optimista, del canto a la vida de Hemingway, en un relato corto como El Viejo y el Mar. Pero también he rechazado la diatriba que por ejemplo en el internet encontré por su decisión personal de separarse de su esposa y andar «enamorisqueado» de la «Socialite», eufemismo usado por los paparazi, para indicar otra cosa.
A los dos «intelectuales» les corrijo que no tienen que hablar mál de otros para justificar sus «faltas». Al final de los finales, los Pueblos y la Historia no les importan si Morazán o Fidel Castro hayan tenido tenido «amores impropios» sino si hicieron algo por su país o su gente. En el caso de ellos, los dos «arrepentidos» los Pueblos los han ignorado en las urnas o en tenerlos como representantes de los intereses del Pueblo, talvez porque la Sabiduría popular es asi, latente pero concreta. Por ejemplo, los golpistas del 2009 en Honduras acusan a Mel Zelaya, como a Hugo Chavez y Fidel de continuistas, partidarios de la dictadura o de estar en el poder por mucho tiempo. Lo interesante es que los 3 líderes fueron y son respetados por su Pueblos y son considerados modelos a seguir.
Respecto a Hemingway y Gabriel García Marquez, como Jorge Luis Borges y Mario Vargas Llosa, parece que nunca sintieron que pudieran compararse con esos dos monstruos de la Literatura Universal, y lo que muestran es sólo odio y envidia. Aunque si comparo a Borges versus Vargas Llosa, yo me quedo con Borges. Por lo menos escribió, dice Facundo Cabral. A Borges le he leído poemas y algun cuento o relato… a Vargas Llosa… no lo soporto. No puedo terminar de leer ni siquiera la Ciudad y los Perros, aunque lo he intentado tantas veces.
Sobre Hemingway, Vargas Llosa en su artículo Hemingway y las guerras, despotrica sobre la vida personal del Pan de las letras universales para encontrarle supuestas faltas en sus obras. Yo reto a Vargas Llosa que si el cree tener dos obras como Por quien doblan las campanas y El viejo y el Mar, que me los envíe y yo se las mando de vuelta corregidas y comentadas, con la forma magistral de Hemingway, al que sólo intentaría imitar, replicar en su creatividad.
Sobre el sociólogo «arrepentido» de Tiempo, como Perry Anderson y su New Left Review renegando del izquierdismo y acomodandose más y más al Globalismo de moda, que justifica como bien dice James Petras, a la manera de Martin Wolf, quien desde Financial Times, es considerado un «economista capaz» porque ladra al son de la canción imperial de la guerra y la invasión contra los países del tercer mundo, en lo que yo llamo El Capitalismo del Siglo XXI, la tan cacareada Globalización. En esto se parecen tanto el sicólogo arrepentido y Vargas Llosa.
Yo no soy seguidor de Carlos Roberto Reina, pero en nuestro país es considerado el que sujeto el poder militar al poder civil, y fomentó la institucionalidad del país. Se suicidó, y no he oído críticas al respecto, aunque su hermano Jorge Arturo Reina, admitió que se quitó la vida agobiado por el cancer en el pancreas y porque no quería seguir sufriendo. Le digo a Vargas Llosa que si el decidiera suicidarse por una causa como esta, o la que fuere, no voy a ser yo de los que critiquen con acritud como el lo hace con Hemingway.
Como Droopy, que no nos toquen nuestros iconos. Nosotros les dejamos que sigan a Baal y su globalización. Un día, en el futuro, ni el agua va poder apagar los fuegos de los Pueblos en rebelión, como el poder mas fuerte, quemó no sólo los animales sacrificados sino hasta el agua alrededor y sobre los ofrecimientos al Verdadero Dios.
