La genética como especialidad médica en Honduras es relativamente joven. Muy joven si se compara con otras especialidades, por ejemplo. Esta ciencia que estudia todos los aspectos relacionados con los genes humanos ha experimentado un desarrollo significativo en el mundo y, sobre todo, en el territorio hondureño en los últimos años.
María Camila Egas es una sampedrana que destaca como genetista, una de las especialidades que en el país no se ha desarrollado a profundidad, pero es muy necesaria para el diario vivir del ser humano.
La joven galena que revoluciona en este campo de la medicina en Honduras dio una entrevista exclusiva a Diario Tiempo, donde contó más de su vocación por la especialidad y por qué tomó la determinación de regresar al territorio hondureño para desarrollar su carrera.
También destacó lo orgullosa que se siente de ser parte del nacimiento del primer bebé asistido por la tecnología genética en San Pedro Sula.
Gracias a su amor y vocación por la genética, María Camila —junto con otros galenos— está organizando para agosto de 2024 la segunda edición del congreso de genética que lleva por nombre «Origen». El evento reúne a cientos de médicos nacionales interesados en el campo y conferencistas de México, Guatemala, Costa Rica, Colombia, Uruguay, Argentina, España y Venezuela.
Este importante encuentro se centra en tres subespecialidades de la genética: ginecología, pediatría y oncología.
Lea además: Nace el primer bebé asistido por tecnología genética en SPS
¿De dónde es originaria María Camila Egas?
Yo nací en Cali, Colombia. Pero desde pequeña vivo en Honduras.
¿Dónde realizó sus estudios secundarios?
Hice mi bachillerato en la Escuela Intercontinental Sampedrana (EIS), en San Pedro Sula.
¿En qué universidad cursó la carrera de Medicina?
Cursé la carrera de Medicina (6 años) en la Universidad de Navarra en Pamplona, España.
¿Cómo surgió la idea de estudiar la carrera de Medicina en María Camila?
Realmente desde muy pequeña les dije a mis papás que yo quería ser doctora y cuando me gradué de la EIS me preguntaron otra vez qué iba a estudiar. Allí les dije que había decidido estudiar Medicina y quería ayudar a las personas a no enfermarse y ser una científica.
Cuando me fui a la universidad, me enamoré más de la profesión, el cambio que podía hacer en la vida de las personas y cómo les podía ayudar, no sólo a nivel médico, sino que a nivel psicológico porque muchas personas necesitan que las escuchen, ya que pasan por procesos muy duros.
Para ser médico es una parte importante lo humano de la medicina y eso a mí me enamoró de la carrera.
¿Cómo despertó la vocación para especializarse en genética?
Cuando me gradué de Medicina, me gustaban varias especialidades y no estaba muy segura de lo que quería realizar y mi papá me sentó y me dijo: «Mirá qué tipo de vida querés tener». Me tachó casi todo y me dejó como cuatro especialidades solamente y dentro de ellas la de genética.
Entonces le dije que dentro de mis favoritas siempre había estado la genética y él me dijo que investigáramos más de cómo cursarla. Él siempre me consultó qué estilo de vida quería llevar; le dije que quería tener una familia, además de ser una profesional.
Allí empezamos a investigar lo que había que hacer para estudiar genética y encontré un hospital.
¿Dónde cursó la especialidad en Genética?
Genética la estudié en el Hospital San Juan de Dios en Barcelona, España, durante tres años. Este es un hospital referente en genético en pediatría y entonces me inscribí en la formación, aprendiendo lo que se podría decir que es la elite de la genética, porque son personas (maestros) con una trayectoria bastante amplia en el campo y me siento muy bendecida de haber podido tener la oportunidad de aprender de ellos.
En esos tres años conocí a muchas familias, incluso a algunas de Honduras que llegaban allí a buscar apoyo.
¿Por qué determinó venir a Honduras a ejercer la carrera?
Me vine a Honduras porque aquí en el país no hay genética y si hay es muy poca. La gente no sabe que podemos apoyar en este campo. Aún no conocen que desde la genética podemos ayudar a pacientitos y me pareció que sería más provechosa mi especialidad aquí, que quedándome en España.
Aquí en San Pedro Sula tengo una clínica que se llama DX Gen y nos dedicamos al diagnóstico y asesoramiento genético; tenemos alianzas con más de 15 laboratorios internacionales donde hacemos análisis genéticos y trabajamos con muchos médicos a nivel nacional. Con el proyecto estoy en Honduras desde el 2021.
¿Por qué es importante que se conozca la genética en Honduras y aplicarla en un país donde era prácticamente desconocida?
La genética es como un eslabón dentro de todas las especialidades de la medicina, a todas, hasta la nutrición, ya que todas las enfermedades tienen una base genética. Es muy importante que las personas conozcan a qué especialistas o en qué momento deben referir a su paciente a la genética para tener un diagnostico preciso y que les va ayudar a poner un tratamiento dirigido para ese paciente y tener mejores respuestas, sin efectos secundarios o adversos.
¿Cómo ha sido durante estos años desarrollar este campo en Honduras?
Realmente es un reto al ser la genética el gran desconocido de la medicina en Honduras, es un arma de doble filo, en parte porque me abre mucho campo para darlo a conocer y darme a conocer como especialista; y en parte porque también hay muchos galenos que no han entendido aún la importancia de nuestros pacientes.
Creo que he asumido esto como un reto y entonces me he puesto las pilas para dar a conocer la genética, dar a conocer que hay la oportunidad para esos pacientitos que vivían una vida sin un tratamiento adecuado o sin un diagnóstico correcto y ahora sí lo podemos hacer y lo ofrecemos en nuestro país.
¿Qué es lo que más destaca de su labor como genetista en Honduras?
Realmente hemos hecho muchos diagnósticos desde 2021, principalmente en pediatría. Tenemos diagnósticos de múltiples síndromes, por ejemplo :
- Miopatías congénitas
- Enfermedad de Sandhoff
- Síndrome de duplicación parcial del cromosoma 6q
- Deficiencia de G6PD
- Síndrome de Prader-Willi
- Síndrome de Turner
- Síndrome de Down
- Síndrome de Sotos
- Arteriopatía cerebral con infartos subcorticales y leucoencefalopatía 1 (CADASIL)
- Síndrome de microdeleción 16p11.2 proximal
- Esclerosis tuberosa
- Picnodisostosis
- Acondroplasia
- Hipotiroidismo congénito
En cuanto a la ginecología, hemos ayudado a madres a tener bebés, cuando antes les decían que no tenían la posibilidad.
¿Cómo ha sido fusionar su tiempo como profesional, madre y esposa?
Es otro reto diferente, pero sí lo es. La verdad que lo disfruto mucho y gracias a Dios puedo tener mi propio tiempo. Si quiero tener consultas por la mañana, agendo por la mañana y coordino por la tarde para estar con mis hijos o viceversa.
Igual, ahorita que están de vacaciones es un poco más complicado, pero mi esposo me apoya, mis papás, mis suegros; la verdad el apoyo es de toda la familia y eso nos ha ayudado mucho para seguir trabajando y ofreciéndole a los pacientes las oportunidades sin descuidar mi familia.
¿Qué significó para usted ser parte del nacimiento de un bebé en San Pedro Sula por tecnología genética?
Pues, fue muy satisfactorio. Se siente una felicidad enorme poder ayudar a una familia a la que en muchas veces le dijeron que no iba ser posible que tuviesen un hijo propio y sano.
Gracias a Dios y gracias a la ciencia, tenemos ahora avances que nos permiten estudiar esos embriones antes de transferirlos al vientre de la mamá y poder identificar embriones que están sanos genéticamente, que no tienen alteraciones para que podamos así tener un bebé sano.
¿Cuál es su mensaje para aquellos médicos generales que quieren cursar la especialidad en genética?
Mi mensaje es que se animen. Es una rama muy bonita, es muy interesante y además hay mucho más por descubrir, mucho trabajo por hacer y sobre todo en países como el nuestro y Latinoamérica, que le falta mucho avance para alcanzar por lo menos a los talones a Estados Unidos y Europa.
Pero creo que podemos hacerlo. Somos países muy capaces, con personas muy capaces y hay que querer para poder lograrlo, hay que trabajar duro y poner la intención.
¿Por qué es importante la genética en nuestro diario vivir, la salud y desarrollo?
La genética nos ayuda a diagnosticar enfermedades, a encontrar un diagnóstico preciso, a buscar un tratamiento dirigido y también nos ayuda a prevenir mucho. No sólo es diagnosticar la enfermedad, es conocer si hay antecedentes en la familia de esa enfermedad y la quiero prevenir.
Para poder prevenirla, primero hay que identificar la alteración genética y con ese resultado se hace lo demás. Con esas tres cosas: un diagnóstico preciso, un tratamiento dirigido y una prevención asertiva son los pilares en que nos basamos para atender a nuestros pacientes.
¿Cuál es la finalidad de desarrollar el congreso «Origen» en Honduras?
Realmente es una actividad académica y lo que buscamos es que más médicos en masa aprendan, se actualicen, se emociones con la genética y vean que no es ciencia ficción y sí podemos ayudar a los pacientes. Que deben saber cuándo los pacientes deben ir a genética.
Es una gran labor académica la que estamos realizando y con mucho cariño. Estamos esperando 300 médicos de todo el país y de fuera, más de 12 expositores internacionales y también nacionales.
La finalidad es tener una parte académica y poder darles la oportunidad a los médicos de nuestro país de manejar y aprender más este tema de la genética.