La esencia del boxeo olímpico parece estar contras las cuerdas. Después de haberse confirmado que los pugilistas no utilizarán cabezales protectores en los Juegos que se disputarán en agosto próximo en Río de Janeiro, los cambios introducidos por la Federación Internacional de Boxeo Amateur (AIBA) podrían llegar incluso a permitir por primera vez la participación de profesionales y no sólo de aficionados. Esto abre la puerta, por ejemplo, a que asista el campeón filipino Manny Pacquiao, quien ya ha reconocido que fue invitado por el presidente de la entidad, Wu Ching-Kuo.
«Si me piden que represente el boxeo, ¿por qué no? Haría lo que fuera por mi país. Sería un honor», manifestó el boxeador a la agencia AFP. A los 37 años, Pacquiao se está preparando para el combate que tendrá en Las Vegas contra el estadounidense Timothy Bradley el 9 de abril. La pelea que iba a marcar su retiro, según sus propias palabras, ahora podría ser una escala antes de su arribo a tierra brasileña, donde asoma la posibilidad de participar en un certamen en el que jamás intervino, pese a ser el abanderado de su país en 2008, en Pekín. El Comité Olímpico de Filipinas evitó hacer comentarios al respecto.
La AIBA debe pronunciarse de aquí a tres meses sobre esa reforma para abrir los Juegos Olímpicos a todos los boxeadores a partir de Río. Si se adopta ese cambio, que será sometido a votación en el congreso extraordinario de mayo, se eliminaría la distinción histórica entre los boxeadores profesionales y aficionados. Y en tal caso, Pacquiao, y el resto de los grandes campeones, estarían en condiciones de ser seleccionados por sus países.
En 2013, la introducción de una serie de reglas posibilitó la convocatoria a los Juegos de algunos boxeadores profesionales, pero bajo ciertas condiciones, entre ellas las de la tener menos de 15 combates profesionales. Un panorama muy diferente al de Pacquiao, con una extensa trayectoria, títulos mundiales en ocho categorías distintas y una marca de 57 victorias (38 por KO).
«Sin dudas es una gran cosa para hacer. Ofrecer esta posibilidad a los boxeadores profesionales sería muy beneficioso para este deporte», afirmó Ching-Kuo, confiado en el golpe de efecto que tendría la confirmación de este proyecto, ante la pérdida de interés que ha sufrido la actividad en los últimos Juegos.
