«La mataron por envidia y como si se tratara de un animal»: madre de fisicoculturista

Así era Leyla, la fisicoculturista asesinada en la Rivera Hernández.

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mamá de fisicoculturista en San Pedro Sula

SAN PEDRO SULA, HONDURAS. Este martes darán el últimos adiós a la fisicoculturista Leyla Zarah Ebanks Gabarrete, de 30 años de edad, ultimada con saña en el sector Rivera Hernández.

En medio de lágrimas y lamentos familia, parientes, amigos y conocidos están velando en una funeraria de la ciudad  la joven deportista.

“Le pido al Gobierno que no quede impune la muerte de mi hija mayor. Pido justicia, ella era mis respaldo, mi mano derecha entre mis seis hijos. Además, era una muchacha sana, le arrebataron sus sueños y el de su hija de verla crecer”, mencionó muy dolida su madre de forma bastante escueta.

Parientes de Leyla dijeron que la joven estaba lista para competir en Miami, Estados Unidos. Añadieron que Ebanks era una joven tranquila. Asimismo, que sustentaba su familia y era emprendedora. Pues tenía su propio gimnasio llamado “Sara Gym” ubicado en San Pedro Sula.

“A mi hija la mataron por envidia”, agregó la mamá de Leyla, quien dijo que no entiende porqué se ensañaron tanto con su hija; es decir, como si de matar a un animal se tratara, ya que a Leyla primeramente la raptaron de su casa de habitación. Además, le cercenaron uno de sus pechos, le cortaron la cabeza, la cual pusieron en una bolsa y le amarraron las manos para atrás al momento de asesinarla.

Por otra parte, los familiares en el velorio también revelaron que Ebanks y parte de la familia ya habían recibido una amenaza por parte de alguien; pero que no pueden dar mayores detalles por resguardar su seguridad.

CONMOCIONADA MAMÁ DE FISICOCULTURISTA EN SAN PEDRO SULA 

En el velorio tampoco se encontraba el esposo de Ebanks. Entonces, la mamá de ella comentó que no podía dar parte de su paradero por evitar otra tragedia.

La mamá de la joven asesinada también dijo que al momento de que ella acudió a poner la denuncia en una posta policial cercana de la desaparición de Leyla, “los policías no tomaron acción”.

Los familiares de Leyla Ebans planean sepultarla hoy mismo, en unas horas. Esto, ya que debido al estado de descomposición del cuerpo sin vida de su ser querido, no pueden esperar más tiempo.

LOS HECHOS

Se dio a conocer a través de un canal de televisión, que cuatro sujetos con pasamontañas y
fuertemente armados, raptaron a la deportista el pasado jueves. Lo anterior, en horas de la madrugada cuando estaba en su vivienda en la colonia Planeta. Esto, con su pequeña hija de entre cinco a siete años de edad, pues su esposo está fuera de la ciudad, luego la torturaron y la ejecutaron.

Por lo tanto, sus parientes al enterarse de lo sucedido, fueron a interponer la denuncia a la Policía; pero les dijeron que no podían actuar. Esto, mientras no pasaran las 24 horas, pese ser no una denuncia cualquiera.

Tras el hallazgo, el cuerpo de la muchacha fue llevada por Medicina Forense del Ministerio Público (MP) a la morgue sampedrana. Allí, donde se le realizaron una serie de exámenes forenses. Por lo que su familia pudo ir hasta este martes a mirar el cuerpo. Mientras tanto, han pedido no exponer su integridad física por temor a represalias.

ULTIMADA DE FORMA SANGUINARIA

A la Policía la alertaron habitantes de la Rivera Hernández. Por lo que se movilizaron hasta el lugar; pero la crecida del Río Chamelecón en las últimas horas movió el cadáver de la fisicoculturista, terminándolo de llevar a un crique que conecta con San José del Boquerón, sector Ticamaya. Lo anterior, dificultó la búsqueda por parte de las autoridades; sin embargo, las autoridades finalmente lograron ubicarla y ya en estado de descomposición.

Los tatuajes característicos de Ebanks y también la ropa que portaba, son los que ayudaron a confirmar a los parientes que sí se trata del cuerpo de ella. A Leyla la encontraron señales de tortura, la decapitaron. Además, la ataron de sus manos, amarraron su cabeza con un trapo de color negro y la metieron dentro de una bolsa. Asimismo, sus victimarios le cercenaron de raíz el pecho izquierdo.