PAKISTÁN. Este miércoles la Policía pakistaní ha arrestado en la ciudad de Lahore a una madre acusada de un execrable delito. La mujer empapó con queroseno a su hija adolescente, Zeenat Rafiq, tras atarla junto a una pared, y le prendió fuego.
La arrestada, Parveen Rafiq, confesó que fue un castigo ‘de honor’ por haber desobedecido a la familia al casarse por amor con un joven cuando sus parientes ya habían escogido a otro candidato. Presuntamente, el padre de este último hombre también estuvo involucrado en el delito.
La agresora principal y el padre del hombre con el que Zeenat se había negado a casarse están en custodia. Un portavoz policial destacó que el crimen ‘de honor’ tuvo lugar en una ciudad, Lahore, que es considerada el centro cultural del país.
Los asesinatos ‘de honor’ se repiten en Pakistán con una regularidad alarmante. En mayo varios miembros de un consejo tribal quemaron viva a una adolescente de 16 años por haber ayudado a escapar de su aldea a dos enamorados.
En total la cifra anual de mujeres muertas por cuestiones de ‘honor’ llega a 1.000, según ‘The Indian Express’.
RT
