CORTÉS, HONDURAS. Bajo una galera y encadenada permanece una hondureña desde hace un tiempo en los bordos de San Juan, en la ciudad de San Pedro Sula, al norte del país.
De acuerdo con lo mencionado por la madre, María Guillén, de 80 años de edad, su hija es agresiva y sufre pérdida de memoria.
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En una entrevista con Noticieros Hoy Mismo, la anciana precisó que la situación le preocupa e incluso señaló que ha «batallado» con ello.
«Tengo una situación triste con ella porque llevo tres años de estar batallando, es agresiva conmigo, no me respeta, ya no soporto, soy una persona que tiene 80 años», expresó la señora.
También expresó que, su hija tiene tres años de estar presentando problemas mentales y debido a su agresividad tuvo que encadenarla.
«Tiene tres años de presentar problemas, cuando venía de Colón estaba hasta embarazada, el 5 de febrero tuvo la niña y se le murió y, desde ahí se puso agresiva, perdió la mente», contó.
La anciana subrayó que su hija la ha golpeado en varias ocasiones y por eso mantiene la angustia.
Doña María solicitó a las personas de buen corazón y a las autoridades hondureñas que le ayuden para poder trasladar la mujer a un centro psiquiátrico y que profesionales puedan realizarle una evaluación.
«Yo necesito que me la metan a un centro, por favor, porque yo ya no resisto, ya estoy muy anciana, yo necesito que me ayuden», sostuvo.
Madre hondureña llora a su hijo que murió por leucemia en México
La hondureña Yami Coello viajó con su hijo Cristofer Jareth Soto Coello a Monterrey, México, con la esperanza de salvarle la vida, pues allí recibiría su tratamiento para tratar el cáncer de médula ósea que padecía.
Las cosas parecían ir bien, ambos arribaron al país azteca a finales de octubre y aprovecharon para conocer un poco, visitando el parque y algunos museos.
En las fotografías difundidas por su madre, Cristofer se ve sonriente y en su rostro brillaba una luz de ilusión, a pesar de ya tener cuatro años de lucha contra la leucemia.
No obstante, la larga batalla del hondureño culminó. Se fue como un guerrero que tuvo esperanza hasta el último instante.
«Las últimas fotografías que te tomé, a las 7 de la noche, en medio de la gravedad, me pediste que te tomara estas fotos… sin imaginar que eran las últimas horas que te miraba con vida. Dios mío, ayúdame a soportar este dolor que hoy dejas dentro de mí«, escribió la progenitora a través de sus redes sociales.
«Siento mi corazón en pedazos. Ahora no sé qué hacer sin ti hijo mío«, agregó en otra de sus publicaciones.
