REDACCIÓN. En la colonia Rubí número uno, del municipio de Choloma, Cortés, vive Lilian Urbina, una madre que enfrenta una situación desesperada. Sin empleo, sin ingresos, y con dos hijas pequeñas a su cuidado, Lilian relata que no tiene ni siquiera un lugar digno donde dormir.
“Estoy sin dinero, sin trabajo y tengo mis dos niñas. No tenemos pero ni dónde dormir en estos momentos. Lo que más necesito es un trabajo, porque es lo único que puede ayudarnos a salir adelante”, expresó, con voz entrecortada, mientras abrazaba a su hija menor.
La situación que vive esta joven madre refleja la dura realidad que enfrentan muchas familias hondureñas tras el cierre de varias maquilas en la zona norte del país. Con la pérdida masiva de empleos, la pobreza se ha agudizado en municipios como Choloma, donde antes se encontraba uno de los principales motores económicos del país.
“Mi situación es crítica. Aquí no tengo familia, no tengo a nadie que me ayude. Ni siquiera hemos desayunado hoy. No tengo absolutamente nada, ni para hoy, ni para mañana”, lamentó.
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Lilian logra conseguir algo de dinero ocasionalmente haciendo lavados por encargo, una labor que realiza con esfuerzo para poder comprar pañales y alimentos para sus hijas. “Una muchacha me llama a veces para que le lave ropa y con eso compro lo que puedo para las niñas”, explica.
Ella alquila un pequeño cuarto por el que paga 1,200 lempiras mensuales, sin embargo, actualmente debe dos meses de renta. “Ya me están pidiendo el cuarto, pero no tengo cómo pagar. Solo le pido a las personas de buen corazón que me apoyen con lo que puedan, con voluntad”.
Originaria de Minas de Oro, Comayagua, Lilian llegó a Choloma hace cuatro años con la esperanza de encontrar oportunidades. Hoy, vive con sus hijas en condiciones indignas, durmiendo en el piso por falta de una cama o colchonetas.
Si desea brindar algún tipo de ayuda o apoyo laboral a Lilian Urbina, puede comunicarse con ella al número 9283-8820.
