Redacción. La comunidad de Las Flores, en la aldea Los Laureles, vive momentos de consternación tras el violento asesinato del pastor de la iglesia Alfa y Omega, identificado como Wilmer Castellanos, de aproximadamente 55 años.
De acuerdo con información preliminar, el hecho ocurrió cuando Castellanos se dirigía, junto a otros pastores y miembros de su congregación, a presidir un culto en una vivienda de la zona.
Ya en el patio de la casa, fue interceptado por un hombre que, sin mediar palabra, lo atacó brutalmente con un machete. Las heridas fueron tan graves que el líder religioso murió en el lugar, antes de que pudiera recibir asistencia médica.

Testigos indicaron que el presunto agresor no se encontraba en sus cinco sentidos al momento del ataque. Vecinos intentaron auxiliar al pastor y trasladarlo a un centro asistencial, pero ya no presentaba signos vitales.
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Agentes de la Policía Nacional llegaron hasta la escena del crimen para acordonar el área e iniciar las investigaciones correspondientes. Hasta ahora no se reportan capturas relacionadas con el caso.
Un buen hombre
Feligreses y vecinos recordaron a Wilmer Castellanos como un hombre dedicado a la fe, solidario y entregado al servicio comunitario.
“Era una persona de principios, siempre dispuesto a ayudar”, expresó uno de los asistentes a la iglesia.

Familiares y miembros de la congregación pidieron fortaleza para afrontar esta pérdida y exigieron que se haga justicia por este acto de extrema violencia que enluta a toda la comunidad cristiana de la región.
Según cifras de la Asociación de Pastores de Tegucigalpa y Comayagüela (APT), más de 35 pastores han perdido la vida en Honduras desde 2013. Todos siguen impunes.
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