Opinión de Lony Banegas: «Las personas de pueblo no son ignorantes»

Lony Banegas, estudiante de Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma en el Valle de Sula

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Lony Banegas
Lony Banegas, estudiante de Periodismo en la Universidad Nacional Autónoma en el Valle de Sula

SAN PEDRO SULA. En muchas ocasiones solemos llamar «ignorante» a esas personas que viven en los campos o pueblos, a quienes están lejos o alrededor de las ciudades o como otros le llaman, “la civilización«.

A estas personas suelen llamarles ignorantes por las condiciones de vida, su desempeño laboral, su poca importancia a temas gubernamentales, el desconocimiento de las depreciaciones económicas del país, el bajo nivel de exploración turística, entre muchas más que el supuesto “civilizado” sí desarrolla.

Por cada uno de esos simples detalles les llaman ignorantes, gente que no tiene el arduo conocimiento que tiene todo aquel civilizado que vive en algunas de las ciudades principales de la nación como ser: Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba.


Ignorancia: falta o hecho de no conocer un total o parcial de algún tema relacionado. (Definición), cita Google.


Las personas del campo no son gente ignorante, son personas con un nivel de conocimiento gradual, tanto como usted y yo; gradual porque no lo sabe todo, sabe lo que desarrolla en su vida, al igual que todos nosotros.

Si conmigo hablan de metafísica cuántica, soy un completo ignorante, si conmigo hablan de relación cuántica, soy un mega ignorante, si conmigo hablan de astrofísica nuclear, soy un total ignorante y si conmigo hablan de electromagnetismo gravitacional, soy un absoluto ignorante.

Todos en algunos temas somos ignorantes, nadie sabe todo de todo, hasta el mismo Platón lo dijo «Yo solo sé, que nada sé», pero sí sabemos algo de algún tema específico, como sumar 1 + 1 que es igual 2, lo cual nos sirve para saber cuánto tenemos, cuánto nos falta, cuánto hemos ganado y cuánto hemos gastado.

HABLA LONY BANEGAS

Aunque estas personas no hayan sacado un doctorado en cuántica y tal vez ni usted ni yo,  si aplicamos todos las matemáticas en cada momento del día. Yasna Mussa lo dijo en la revista peruana Etiqueta Negra: «Si queremos comprar una alfombra para nuestra sala, nos basta con medir el largo y el ancho del cuarto y multiplicarlos para tener el área».

Cuando decidimos aumentar los ingredientes para cocinar una receta, estamos haciendo un cálculo rápido en la cabeza, cuando vamos al banco para pedir un préstamo, las cuotas que tendremos que pagar cada mes son calculadas por una ecuación matemática.

La fila que hemos hecho en ese banco para que nos atiendan funciona como un sistema matemático: el tiempo que esperaremos hasta que nos atiendan, la frecuencia con que cada persona será atendida y la cantidad de personas en fila harán que la siguiente decida si quedarse o no.

Todos somos ignorantes: Estas personas del campo saben preparar el terreno donde siembran las próximas semillas de frijol, maíz, café, etc.… que los civilizados y yo comeremos todos los días. También sin la ayuda de una alarma se levantan tipo 4:00 de la mañana para recolectar la lactosa que usted y yo gozamos todos los días en el desayuno.

Además, crían el ave que nos dará clara y yema para desayunar o cenar, también para preparar el rico trigo con levadura, que también los ignorantes del campo incivilizado producirán.

Tampoco olvidemos las carnes rojas que los campesinos destazarán para que podamos disfrutar las carneadas o barbacoas con familias y amigos, entre muchas más.

Definitivamente, somos una nación agrícola cultivada por los ignorantes campesinos que una minoría señala, pero, sin esos ignorantes campesinos no tendríamos muchos o todos los alimentos que ellos producen.