Redacción. Como una joven llena de sueños, con metas por cumplir y varios proyectos, recuerdan a Liz Marien Varela, de 16 años, quien falleció la madrugada de ayer, jueves, por aparente asfixia en Santa Bárbara, Santa Bárbara.
La muchacha pereció en compañía del joven Darío Antonio Leiva de 18 años y sus cuerpos los localizaron al interior de una camioneta en el barrio El Calvario. El hecho ha causado dolor y conmoción en la comunidad.
Olman Pereira, tío de la joven, llegó esta mañana hasta la morgue de San Pedro Sula para los trámites que se demandan para retirar el cadáver. Allí relató que la familia está pasando un duro momento, ya que el hermano de la muchacha sufrió un accidente hace un par de semanas y está en estado de coma.
«Esto es bien difícil. Uno a veces se prepara en la vida para muchas cosas, pero para esto no. Era una niña especial, con metas, proyectos. Del niño uno puede esperarse por la condición en que él está (hermano de Liz), pero de una niña llena de vida, fue de repente», indicó el familiar en Hoy Mismo.
Asimismo, contó que por el momento desconocen mayores detalles de lo que pasó en realidad con su sobrina, pero resaltó que en efecto la encontraron dentro de una camioneta y con el aire acondicionado encendido.
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Estaba estudiando
Por otro lado, Pereira resaltó que Liz estaba estudiando en el colegio y este era su último año, por lo que se graduaría en noviembre. Al mismo tiempo, indicó que la joven le informó a sus padres el miércoles que iba a reunirse con unos compañeros, pero no regresó.
«Empezó a llamar a mi hermana y no habían signos de ella, empezamos la búsqueda y hasta que la fueron a encontrar en un garaje», acotó. De igual manera, informó que son vecinos con el muchacho fallecido y desconocen si tenía una relación sentimental con su sobrina.
La causa de muerte de los muchachos se sigue manejando como asfixia por monóxido de carbono y están a la espera del resultado de la autopsia y demás análisis forenses.
«Liz era una muchacha alta, cariñosa, amable, no hay palabras para describirla», dijo entre lágrimas el tío, agregando, que «era una cipota educada, bien portada, responsable con los estudios. No entiendo hasta este momento por qué pasó esto».
Según el hondureño, la situación que están viviendo se puede derivar de errores de parte de los jóvenes. «Creo que la tecnología a veces no es buena, con esos teléfonos los jóvenes se pierden y los lleva a tener esos encuentros. Son cosas que pasan y no hay como repararlas», explicó.
Por último, Pereira resaltó que la familia está pasando momentos demasiado complicados, porque de tres hijos de su hermana, Liz murió y el niño de tan solo 5 años está grave en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).