TEGUCIGALPA, HONDURAS. La intervención de los centros penitenciarios por parte de las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA) se encuentra en segunda fase, dijo hoy el jefe del Estado Mayor Conjunto, Tito Livio Moreno.
El líder castrense aseguró que, después de que los uniformados tomaron las riendas de las cárceles del país, se ha cortado en su totalidad el ingreso de armas.
A su vez, explicó que es en el ingreso de visitas en donde están ejerciendo el control más intenso. Lo anterior, para evitar que se filtre armamento.
«Recuerde que en las visitas de los privados de libertad, en muchas ocasiones, no se establecían los controles administrativos correctos. Eso puede facilitar para que puedan ingresar algunas armas y es lo que estamos evitando. Ahora, ese es un flagelo muy viejo. Ahora mismo garantizamos que no están entrando armas«, presumió Moreno.
Sin embargo, aclaró que aún deben revisar el interior de los centros penitenciarios debido a que existe la posibilidad de encontrar armamento enterrado u oculto en las paredes.
«Tenemos que buscar las que ya estaban adentro porque puede que hayan armas enterradas. Estamos adquiriendo equipo tecnológico para poder registrar paredes, en el piso e identificar si hay armas o no. Esto es paulatino, pero no es algo que se da de la noche a la mañana, estamos haciendo un trabajo profesional», indicó.
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Tito Livio: “Criminales buscan infiltrar personas en centros penitenciarios”
Por su parte, el militar aceptó que existieron personas que estuvieron vinculadas con los criminales para que se dieran los eventos violentos de los últimos meses, sobre todo al cierre del 2019.
«El crimen siempre busca infiltrar a personas. No podemos desconocer que hubo personas que facilitaron alguna actividad ilícita en estos centros penales. Habían eventos que facilitaban que cuando llegaran visitas se dieran problemas», aceptó.
Cabe mencionar que las FFAA tomaron el control de los centros penitenciarios desde el pasado 17 de diciembre de 2019. Decisión que fue tomada por el Ejecutivo debido a las constantes reyertas dentro de las cárceles y las muertes que dejaban.
«Esto fue planificado por fases y vamos muy bien. Se ha hecho un trabajo muy importante. El sistema penitenciario se ha ido estabilizando», mencionó.
Asimismo, explicó que el trabajo que vienen desarrollando lo están compartiendo con varios entes de Derechos Humanos «para respetar los derechos de los privados de libertad».
La intervención de los centros penitenciarios tiene una duración de seis meses. Hasta la fecha, se pasó a la segunda fase del control de los centros penitenciarios y el objetivo, según Moreno, es ubicar a las personas adecuadas en el cargo una vez la intervención finalice.
«Seis meses es para estabilizar el sistema y que esté de acorde a la ley. Que lo nuevos custodios estén acreditados y certificados para evitar que siga una colusión y una contaminación. Esperamos que sea un sistema profesional y acorde con las necesidades del pueblo hondureño», concluyó.
