Lionel Messi necesitaba un gol en el Sánchez Pizjuán ante el Sevilla de Jorge Sampaoli para llegar a los 500 goles con la camiseta del Barcelona.
Una vez más, el ’10’ blaugrana no falló y, en un momento de lo más delicado, con el Sevilla dominando casi a placer a los de Luis Enrique, el astro argentino sacó a relucir su tremenda clase y restableció el equilibrio en el marcado.
Nada que no hayan sufrido, a lo largo de su extraordinaria carrera, todos los equipos que se han enfrentado al argentino.
La acción del empate llegó en un contragolpe liderado por Neymar. El brasileño generó el desequilibrio en la zaga del Sevilla y cedió para Messi, que sorprendió a Sergio Rico con un disparo ajustado.
Un gol vital para devolverle la vida a un Barça en clara inferioridad sobre el césped del Pizjuán.
Leo Messi reparte los 500 goles en el Barcelona entre partidos oficiales (469) y amistosos (31) y es, de largo, el máximo goleador de la historia del club blaugrana, doblando a quien le sigue en segunda posición, César, que alcanzó 232 goles. Messi igualó a César en marzo de 2012.
