Redacción. Algunas brochas y esponjas cosméticas son desechables, pero la beauty blender es una herramienta difuminadora que se puede limpiar y reusar.
De hecho, su diseño moderno permite que, tras algunos usos, puedas lavarla para librarla de manchas o bacterias que pudieran haberse alojado en su superficie.
Este elemento se ha vuelto un instrumento de maquillaje muy popular debido a los hermosos acabados que deja en el rostro.
Pese a su bajo costo, la puedes reusar varias veces tras someterla a una limpieza adecuada.
¿Cómo limpiar la esponja difuminadora?
Haz agua jabonosa en un recipiente
Toma un recipiente pequeño, limpio y que sea solo para la limpieza de tus herramientas cosméticas. Vierte un poco de agua tibia y jabón líquido en su interior (puedes usar champú, jabón de bebé o para manos).
Remoja la esponja
Introduce la esponja en el recipiente y déjala en remojo por media hora. Mientras transcurre el tiempo, ve apretando la esponja varias veces.
Masajea la esponja difuminadora
La beauty blender se expandirá a su máximo al estar en contacto con la mezcla jabonosa. En ese punto, debes exprimirla con tu mano y repetir el proceso varias veces.
Luego, toma un limpiador especial o champú de bebé, y vierte un poco de forma directa sobre la esponja, en especial sobre las zonas manchadas. Con tus dedos, frótala por lo menos durante 3 minutos.
Enjuaga la esponja con abundante agua
Pon la esponja debajo de un chorro de agua, lo ideal es que esté tibia. Este proceso es ideal para enjuagar la herramienta y eliminar por completo el jabón y otros residuos. No olvides apretar con suavidad bajo el chorro varias veces.
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Corrobora si quedó limpia o no
Una guía para ello es la claridad con la que sale el agua mientras enjuagas. Así las cosas, asegúrate de que el agua salga transparente para poder iniciar el paso del secado.
Quita el exceso de agua
El papel de cocina es el indicado para estos casos o, en su defecto, una toalla limpia. Debes cubrir la esponja por completo con la toalla y exprimirla con suavidad, de manera que en el papel quede el agua que tenía en su interior.
Por último, déjala en un lugar donde se pueda terminar de secar al aire libre. Asegúrate de que haya secado en su totalidad antes de comenzar a usarla.
Fuente: Mejor con salud
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