Redacción. La Universidad Nacional Autónoma de Honduras por medio del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES-UNAH) y el Programa de Fortalecimiento del Estado de Derecho en América Central y el Caribe (FEDACC – GIZ), presentó el libro “La Corrupción en Honduras: una visión desde la economía”.
Se trata de un libro donde se analiza la corrupción desde una perspectiva cuantitativa. Se basa en la eficiencia y calidad de la provisión de los servicios públicos por parte del Estado, así como en aspectos que impactan en la realidad socioeconómica del país.
El material presenta la medición de la corrupción a través del Índice de Riesgo de la Corrupción. Este es un indicador que mide y evalúa, desde una perspectiva cuantitativa, la probabilidad o el nivel de riesgo de que exista corrupción en la provisión de los bienes públicos enfocados a dimensiones como la educación, salud, infraestructura y subsidios.
Este índice se basa en una escala de cero a cien, en donde entre más cercana este a cero el índice, implica que es más proclive a presentar altos riesgos de corrupción, y entre más cercana a cien, se presenta bajo riesgo de corrupción.
La investigación
Los resultados del Índice de Riesgo de Corrupción para el período 2001 a 2021 reflejan un debilitamiento paulatino de la institucionalidad de la Administración Pública en Honduras que se traduce en que el riesgo de corrupción persista en niveles alarmantes, dado que se ha mantenido en promedio en un índice del 16.9%, indicando un riesgo alto, situación que se vislumbra en que, la eficiencia en la provisión de bienes públicos como la educación, salud, infraestructura y subsidios ha sido baja durante el periodo de estudio, ya que en conjunto sólo han representado el 26.3% las inversión social que ha destinado el Estado para atender las necesidades de la población.
Al analizar la relación de variables de desarrollo con la corrupción, se destaca que una mayor inversión en gasto social orientado a educación y salud incide de manera positiva en la reducción del riesgo de corrupción, siendo que por cada 1% de incremento en el gasto social para educación y salud, el índice de corrupción disminuye en 0.08% y 0.06%, respectivamente, reflejándose en que mejores condiciones de acceso en el sistema educativo y de salud, aminoran los niveles de corrupción existentes, especialmente, cuando estos presentan una mayor eficiencia en su provisión.
Por su parte, en cuanto al vínculo entre el capital humano y la corrupción, sobresale que el gasto social destinado a la educación presenta una relación inversa con la corrupción, esto es que, por un aumento en un 1% del gasto social en educación, el índice de riesgo de corrupción, disminuye un 0.46%; es decir, que a medida que aumenta el gasto destinado a educación la probabilidad de que los niveles de corrupción aumenten se reduce considerablemente.
Mientras que, al abordar los temas de las brechas de género y el empleo informal, los insuficientes esfuerzos estatales y la presencia de debilidades estructurales impide que tengan un impacto significativo en la reducción de la corrupción.
Incremento en la pobreza
De la misma forma, se aprecia que un aumento del ingreso de los hogares y del gasto público contribuyen de manera efectiva al incremento del ingreso del sector más pobre de la población, destacando que un incremento del 1% en el gasto social significaría un aumento en 3.06% del crecimiento de los ingresos del 20% más pobre de la población; en contraste, el aumento del Índice de Riesgo de Corrupción prolifera un efecto negativo sobre el ingreso del 20% más pobre de la población, siendo que si se da un aumento del 1% en el índice de corrupción, los ingresos de la población más pobre se reducen un 3.97%. Así pues, las medidas efectivas en la reducción de la corrupción potencian el desarrollo y los beneficios de los hogares más vulnerables.
Estos hallazgos pretenden incentivar a los diferentes sectores de la hondureñidad a ampliar la discusión sobre la temática de la corrupción desde un punto de partida cuantitativo, que permita medir el impacto de las medidas de combate y reducción de la corrupción y coadyuve a alcanzar altos niveles de justicia social y desarrollo económico y social de nuestra sociedad.