Redacción. El respaldo público expresado por el Estado de Honduras, encabezado por la presidenta Xiomara Castro, hacia su homólogo venezolano Nicolás Maduro ha generado una fuerte ola de críticas desde la oposición y distintos sectores del país.
Las declaraciones, en respuesta a recientes acusaciones del Gobierno de Estados Unidos, abren un nuevo capítulo de tensión política. La presidenta hondureña expresó en su cuenta oficial de X su apoyo incondicional a Maduro y rechazó categóricamente los señalamientos que lo vinculan con estructuras criminales de narcotráfico.
«El Estado de Honduras rechaza de manera categórica las acusaciones formuladas contra el presidente Nicolás Maduro y manifiesta su plena solidaridad con el pueblo de Venezuela y su presidente ante los ataques infundados de los que hoy es objeto. Reafirmamos nuestro respeto irrestricto a la autodeterminación de los pueblos y al Derecho internacional», escribió.
El respaldo no se limitó a la mandataria. Otras figuras principales del partido oficialista Libertad y Refundación (Libre) también expresaron su admiración y afinidad con el régimen venezolano.

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La precandidata presidencial de la institución política, Rixi Moncada, defendió la postura del gobierno hondureño y destacó los lazos de las actuales autoridades con el régimen venezolano.
“Tenemos buenas relaciones con un pueblo como el de Venezuela, que salió a defender al pueblo hondureño del crimen del golpe de Estado. En ese momento, hubo una mano amiga: el pueblo venezolano. Nos extendió su mano amiga y fue solidario con nosotros. Hay que ser agradecidos. Nosotros somos agradecidos con el pueblo venezolano”, afirmó ante medios locales.
Rechazo de la oposición
Las reacciones desde la oposición no se hicieron esperar. Diversos líderes políticos condenaron el respaldo del oficialismo hacia un mandatario señalado internacionalmente por vínculos con el narcotráfico y acusado de violaciones sistemáticas a los derechos humanos en su país.
El diputado del Partido Liberal, Jorge Cálix, fue tajante en su respuesta: “No hable en nombre del pueblo hondureño que repudia a los dictadores. Usted, su familia y su candidata, al defender al narco dictador de Maduro, cierran sus ojos ante el sufrimiento de los millones de venezolanos que huyen de la represión y el hambre”.
Añadió que “no es cuestión de ataques infundados. Es una realidad que atormenta a los venezolanos y que ustedes pretenden importar a nuestro país, pero que no lo vamos a permitir. El 30 de noviembre Honduras entera les castigará por ponerse del lado de los narco dictadores”.
En una línea similar, el candidato a diputado liberal, Rashid Mejía, fue aún más duro con sus declaraciones. “La presidente Xiomara y Libre confirman apoyo a narcos! Aquí va de nuevo dejando a Honduras en ridículo, solidarizándose con narcos y líderes de carteles. Esto comprueba los vínculos criminales de ambos gobiernos, socios de narcos. ¡No diga Honduras, diga mi familia y yo!”, escribió en sus redes sociales.
Prioridades
Desde el Partido Nacional también surgieron fuertes cuestionamientos. La diputada María Antonieta Mejía consideró que el respaldo a Maduro constituye un abandono del pueblo hondureño: “¿Ve por qué ya no le dicen presidenta? Porque no es amiga del pueblo hondureño… sino de Nicolás Maduro”.
“La autodeterminación empieza por respetar a su propio pueblo, no por aplaudir abusos en otros países. Honduras necesita una presidenta, no una vocera del socialismo fracasado”, añadió Mejía.
Por su parte, la congresista nacionalista Johana Bermúdez cuestionó las prioridades del actual gobierno: “Mientras millones de hondureños padecen hambre, falta de medicamentos, hospitales colapsados, escuelas deterioradas y una inseguridad que nos arrebata vidas cada día, el Gobierno de Honduras pierde tiempo y recursos defendiendo a Nicolás Maduro”.
“No es prioridad de nuestro país avalar dictaduras ni respaldar a quienes han destruido la democracia y empobrecido a sus pueblos. La verdadera solidaridad debe ser con los hondureños que hoy claman por salud, educación, empleo y seguridad, no con regímenes cuestionados por violar derechos humanos”, prosiguió.
Vínculo cuestionable
Las reacciones de rechazo al respaldo expresado por el oficialismo a Maduro surgen tras el aumento a 50 millones de dólares de la recompensa por la captura del mandatario venezolano, clasificado como parte de una estructura de narcotráfico transnacional. Esta medida incluso permite intervenciones directas sin necesidad de tratados de extradición.
En este contexto, diversos sectores manifestaron su preocupación por posibles vínculos entre funcionarios hondureños y autoridades venezolanas, especialmente ante el riesgo de sanciones internacionales o implicaciones legales.
La controversia pone en evidencia las profundas divisiones ideológicas que marcan el escenario político hondureño. Mientras el oficialismo reafirma sus afinidades con el gobierno venezolano, la oposición denuncia lo que considera un acercamiento peligroso a regímenes autoritarios y criminalizados a nivel internacional.
