RUSIA. Este jueves, el primer grupo de ballenas blancas y orcas finalmente fueron transportados fuera del recinto en el que estaban encerradas en severas condiciones en la bahía de Srédniaya, en la región de Primorie, Rusia.
El caso tuvo mucha repercusión por tratarse de una captura ilegal. El propio presidente de Rusia, Vladímir Putin, intervino para garantizar su liberación.
La llamada ‘cárcel de ballenas’ atrajo la atención no solo de Rusia, sino también del resto del mundo. El famoso ambientalista Jean Michel Custeau viajó a Vladivostok para asesorar a las autoridades sobre cómo mejorar las condiciones en que vivían los cetáceos.
Expertos alertaron de que no se podía tardar mucho la puesta en libertad, dado que afrontaron unos desafíos muy serios para su salud.
«Los animales pasaron el invierno en condiciones muy difíciles y con poco espacio», ya que «las jaulas en que se encontraban estaban cubiertas de hielo y prácticamente luchaban por sobrevivir», explicó Dmitri Lisitsyn, jefe de la ONG Ecoguardia de Sajalín. Además, añadió que «en enero, cuando examinamos sus condiciones, supimos que casi todos presentaban serias lesiones en la piel provocadas. Según creen los expertos, por congelamiento».
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El proceso
Uno de los factores cruciales de toda la historia era también el momento correcto y oportuno para la excarcelación de las ballenas. Porque necesitaban prepararse y adaptarse al cambio de vida en un nuevo ambiente, en un hábitat natural de vida salvaje.
Este mes anunciaron el traslado de los cetáceos a la bahía de las islas Chantar, en el mar de Ojotsk. El primer grupo de dos orcas y seis ballenas blancas ya partieron hacia su nuevo hábitat. Una vez allí, los especialistas van a monitorear la adaptación.
La puesta en libertad se ejecutará de manera paulatina, por equipos; basándose en las relaciones establecidas por los animales. El control, como prometen las autoridades, va a ser muy riguroso; mientras un equipo de científicos, médicos y entrenadores velarán por la salud. La liberación, que necesitó de muchísimos trámites y procesos judiciales, incluso la comentó el presidente ruso.
«Conocemos el problema. Entendemos por qué surgieron estas complicaciones», ya que «solamente las orcas valen unos 100 millones de dólares», manifestó este jueves el mandatario durante la ‘Línea directa’, evento televisivo anual en el que se somete a una rueda de preguntas enviadas por sus conciudadanos. Asimismo, continuó, «por eso hay muchas personas interesadas. Por eso hay tantos desafíos, aunque afortunadamente ha comenzado el proceso para resolverlo».
