Redacción. El comercio por voz, que permite comprar productos o contratar servicios mediante altavoces inteligentes y asistentes virtuales como Alexa o Siri, está experimentando un crecimiento acelerado que podría duplicar su facturación este año, alcanzando más de 81,800 millones de dólares en 2025.
Este crecimiento se debe, en gran parte, a la comodidad y rapidez que ofrece la modalidad, al eliminar la necesidad de escribir para buscar y comparar productos. Además, su carácter inclusivo facilita el acceso a personas con discapacidades, simplificando el proceso de compra.
Según un informe reciente de Capital One Shopping, plataforma del grupo financiero Capital One, se realizan más de mil millones de búsquedas por voz mensuales en todo el mundo, aunque no todas terminan en transacciones comerciales.
El mercado estadounidense lidera esta tendencia, concentrando el 37 % del comercio por voz a nivel global. Expertos del portal tecnológico Coolest Gadgets estiman que la mitad de los consumidores de EE.UU., es decir, más de 128 millones de personas, han utilizado la voz en algún momento del proceso de compra. La elevada velocidad y calidad de conexión a internet en el país favorecen la adopción temprana de esta tecnología y mejoran la precisión de los asistentes de voz.
Un estudio de Alibaba.com Reads destaca que el procesamiento de lenguaje natural (NPL) es clave para que asistentes como Siri comprendan mejor las solicitudes. Además, de ofrecer una experiencia más fluida.
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Comercio por voz
No obstante, este avance tecnológico también plantea riesgos de seguridad. Los ciberdelincuentes pueden aprovechar grabaciones de voz obtenidas mediante falsas llamadas comerciales para suplantar a los usuarios y realizar compras no autorizadas.
Para combatir esta amenaza, se están desarrollando sistemas de autenticación basados en la huella de voz. Estos analizan características únicas como tono, timbre y ritmo para verificar la identidad del usuario. Esta plantilla biométrica se almacena de forma segura y permite validar futuras transacciones con mayor seguridad.
Así, mientras el comercio por voz se consolida como una tendencia imparable, también crece la necesidad de proteger a los consumidores. Esto de posibles fraudes y ataques cibernéticos.
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