Las cervecitas heladas siguen «calentando» la política en Honduras

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Tegucigalpa.- Las bebidas embriagantes y la política han tenido sus encuentros y desencuentros en Honduras y han encendido el perfil de figuras públicas que aspiran a cargos de elección popular, desatando a la vez grandes controversias.

En la historia reciente, alusiones que ciertos políticos hondureños han hecho sobre las cervezas en los discursos de campaña o fotografías en las que aparecen ingiriéndolas, han mellado en su imagen pública, generando además agrios debates entre la población.

Esta foto que le hicieran a Salvador Nasralla en junio pasado desató una polémica en las redes sociales.
Esta foto que le hicieran a Salvador Nasralla en junio pasado desató una polémica en las redes sociales.

Era el año 1993 y corría en el ruedo político como candidato presidencial del Partido Nacional, el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), José Oswaldo Ramos Soto, un hombre con fama de culto y una autoridad en el Derecho Constitucional.

No existían las redes sociales, pero sus adversarios se aprovecharon de lo que en aquella época eran los medios más efectivos para difundir mensajes al electorado. Colocaron spots en la televisión y la radio en los que Ramos Soto aparecía subido a un árbol y con pantalones cortos,

Ahora es Gabriela Blen quien está en el centro de la polémica por esta fotografía. Sus detractores afirman que es ella bebiendo cervezas.
Ahora es Gabriela Blen quien está en el centro de la polémica por esta fotografía. Sus detractores afirman que es ella bebiendo cervezas.

pronunciando un discurso  a través del cual ofrecía “cervecitas bien heladas”.

Aquel comentario inusual en una concentración nacionalista, presuntamente suscitada en los alrededores de Olanchito, Yoro, avivó la campaña política e hizo famosa la frase del presidenciable, y aun que no es posible decir que golpeó su candidatura, lo cierto es que Ramos Soto perdió las elecciones.

Pero Ramos Soto – actualmente diputado en el Congreso Nacional – no ha sido el primero, ni será el último. A finales de 2004, cuando José Manuel Zelaya Rosales había ganado las elecciones primarias del Partido Liberal, una fotografía suya encendió los comentarios.

Resulta que el hombre del sombrero y botas vaqueras, fue captado con una botella de wiski en mano, supuestamente festejando con correligionarios el pase que le daba la posibilidad de competir por la Presidencia en las elecciones generales del 2005.

Aquella foto fue publicada en algunos medios de comunicación y fue causa de debates, aunque más discretos que lo que le había ocurrido a Ramos Soto y desde luego con menos efectos negativos que los que tuvo el ex rector, puesto que Zelaya ganó las elecciones presidenciales y en enero del 2006 de convirtió en titular del Poder Ejecutivo.

En el pasado cercano, ya en la era de las redes sociales, a otro político le ha tocado experimentar la relación entre la cerveza y la política. Fue justamente en junio de 2015 cuando el presidente del Partido Anticorrupción (PAC), Salvador Nasralla se convirtió en el centro de una polémica por empinar el codo.

 Manuel Zelaya, el hombre del sombrero y botas vaqueras, fue captado con una botella de wiski en mano.
Manuel Zelaya, el hombre del sombrero y botas vaqueras, fue captado con una botella de wiski en mano.

Nasralla hizo una parada en una de las atracciones de la Feria Juniana en San Pedro Sula y sus admiradores que se encontraban en un establecimiento degustando los platillos típicos e ingiriendo bebidas alcohólicas, le invitaron a tomarse una cerveza.

El controversial político hondureño atendió la invitación y degusto la bebida, mientras quienes le rodeaban hacían fotografías que en instantes se viralizaron, produciendo comentarios de sus adversarios que lo vapulearon por considerarlo deshonroso, aunque muchos más salieron en su defensa asegurando que no había “pecado” en aquella acción espontánea.

El actual diputado Oswaldo Ramos Soto es el antecedente más lejano de la mezcla cervezas y alcohol por la frase de su discurso en el que ofreció “cervecitas heladas”.
El actual diputado Oswaldo Ramos Soto es el antecedente más lejano de la mezcla cervezas y alcohol por la frase de su discurso en el que ofreció “cervecitas heladas”.

Ahora, en las redes sociales circula una fotografía en la que aparece una muchacha en una barra y con una cerveza en mano, a quien identifican como la líder del movimiento de jóvenes indignados Gabriela Blen, imagen que también ha suscitado una andanada de comentarios en contra y favor suyo.

Así, la política va viviendo momentos de efervescencia y encuentra en los desaciertos o espontaneidades de los políticos aquel punto en el que el amor por la ingesta de las bebidas embriagantes y el arte y ciencia de gobernar se encuentran al punto en que es posible decir que sí existe relación entre ellas.