Redacción. Entre lágrimas, aplausos y recordando su legado de servicio, agentes de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y del Primer Batallón Canino despidieron a «Koby», un can que prestó casi por 10 años servicio a la patria.
Koby, un perro de la raza pastor alemán, perdió la vida por causas naturales, pero dejó una huella imborrable en la institución militar donde fue formado para cumplir múltiples misiones de seguridad.
Según la Policía Militar, Koby no solo fue una pieza clave en operaciones militares y en la lucha contra el narcotráfico, sino también un símbolo de lealtad, valentía y compromiso.

«Agradecemos su servicio a la patria y a su guía por haber formado parte de esta historia de trabajo en conjunto entre el ser humano y el mejor amigo del hombre. Que descanse en paz, compañero de cuatro patas», escribió el ente en redes sociales.
El sepelio y honores para Koby se desarrolló en las instalaciones del cementerio canino en el plantel de la PMOP en Tegucigalpa. En dicho espacio descansan de manera digna todos aquellos miembros de binomios que han partido luego de servir a su país.
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Años de entrega y compromiso
Koby nació el 5 de junio del 2015 en Colombia. Luego, lo trajeron a Honduras donde ingresó al Primer Batallón Canino para formarse como can especializado en la detección pasiva de sustancias explosivas.
Tras meses de capacitación, Koby culminó el curso de Guía Canino número 3 en 2016. Desde entonces, inició sus labores formando parte de un binomio de detección canina junto a su compañero, el policía militar Juan Carlos Dávila Centeno.
Actualmente, Koby y Juan estaban asignados al destacamento canino de la Guardia de Honor Presidencial, donde sobresalieron en múltiples tareas diarias, como inspecciones en vehículos de transporte de la Casa Presidencial y en lugares donde se realizaban reuniones de altos funcionarios nacionales y extranjeros.

Durante sus años de servicio, el canino realizó varias misiones en el territorio nacional, obteniendo resultados satisfactorios en el cumplimiento de sus asignaciones.
Koby participó en misiones militares en los sectores de Ocotepeque, Gracias, Lempira, Roatán, Tocoa, Gracias a Dios, Olancho, Danlí, Choluteca, San Pedro Sula, Omoa y en la Empresa Nacional Portuaria (ENP) en Puerto Cortés.
En octubre de 2016, destacó en una operación de alto impacto en Catacamas, Olancho, que resultó en la incautación de armas de grueso calibre y municiones pertenecientes a un grupo criminal.

Sus compañeros caninos, militares y personal de la institución lo acompañaron hasta su última morada, recordándolo de la mejor manera y destacando su gran legado.