ROATÁN, HONDURAS. Antes de partir de Puerto Lempira, la embarcación «Capitán Waly», cuyo naufragio dejó 27 personas muertas en La Mosquitia, fue revisada por autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería a través de DIGEPESCA y la Marina Mercante, que al parecer no detectaron el exceso de carga.
Así lo confirmaron autoridades de DIGEPESCA a través de un boletín informativo publicado en el portal de la SAG.
«Se realizaron las actividades de supervisión a fin de verificar que las embarcaciones y tripulación cumplan con lo exigido por la ley», establece el boletín.
El pasado lunes 1 de julio, dio inicio la temporada de pesca 2019-2020, luego de finalizada la veda Regional Simultanea. Según información por parte del gobierno central, unas 109 embarcaciones langosteras estaban listas para el arranque de esta actividad.
Es importante mencionar que el ente encargado de controlar estas operaciones pesqueras, es la SAG a través de DIGIPESCA. Ellos, además, se encargaban de recibir los reportes de la producción mensual durante la temporada. Esto, con el fin de tener un control de los recursos.
Inspecciones
Sin embargo, al contabilizar la cantidad de personas que viajaban en el «Capitan Wally«, las cifras no coinciden.
Por ejemplo, en el último informe de las Fuerzas Armadas establece que en la embarcación iban 91 personas a bordo. Mientras que Marina Mercante, establece que los barcos solo deben llevar unos 70 personas.
Estos datos los reveló el capitán de navío, Manuel Mejía, vocero de la Marina Mercante, quien especificó como se distribuye la cantidad de personas en el barco. Este explicó que 10 ocupantes forman la tripulación; los demás se completan entre 30 buzos y 30 «cayuqueros».
Nota relacionada: Revelan listado de los 27 náufragos fallecidos en La Mosquitia
Además, el capitán reveló que las dos embarcaciones que naufragaron el miércoles, zarparon desde La Mosquitia, no desde La Ceiba como se había pensado en un principio.
Señaló que «aunque salgan de La Ceiba, de Roatán o Guanaja, se despachan con la tripulación mínima», luego de hacerles los revisiones de navegación para constatar
que están en condiciones adecuadas para navegar.
En ese mismo orden de ideas, Mejía señaló que, los barcos, luego de despacharse con la cantidad mínima de personas (tripulación), llegan a Gracias a Dios y es allí donde abordan los buzos y «cayuqueros».
Por lo cual, se deja al descubierto que el barco iba con exceso de personas. Estos pudo ser el origen de la tragedia. Al mismo tiempo, la Marina Mercante se desmarca de toda responsabilidad en cuanto al origen del naufragio.
Requerimientos
Asimismo indicó que las embarcaciones deben de cumplir con tres requerimiento antes de zarpar. Estos son: La patente de navegabilidad, Certificado de navegabilidad y el Certificado de dotación mínima.
Mejía, aseguró que si los barcos navegaban, era porque cumplían con los tres requerimientos mencionados. Sin embargo, señaló que aunque los navíos desatraquen con la tripulación mínima, en su trayectoria terminan excediendo el número de personas permitidas.
Sobre el último punto, terminó diciendo que las cargas de los buzos se realizan en diferentes puntos de La Mosquitia y ahí «no hay manera de chequearlos». Por lo que se convierte en tarea de la Fuerza Naval, vigilar y aplicar multas.
