TEGUCIGALPA, HONDURAS. En las últimas horas un juez de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) otorgó carta de libertad a favor de Rita María Villafranca, acusada de matar y ultrajar a su suegra.
A Villafranca se le presumía responsable de la muerte de su suegra Lolany Altagracia Matuty Gutiérrez de Marichal, de 85 años de edad en el año 2006. Sin embargo, la CSJ determinó absolverla de toda responsabilidad.
La defensa de la imputada Doris Imelda Madrid había acudido al último recurso extraordinario que les quedaba, la casación. Bajo este instrumento legal, la defensa declaraba nulidad a la sentencia condenatoria contra su representante.
Cabe mencionar que la señora Rita María había sido condenada en febrero de 2017 a 33 años de cárcel. Esto, por los delitos de asesinato y actos de lujuria contra su extinta suegra.
A la señalada se le había impuesto 22 años por el delito de asesinato. Así como de 11 años por el de actos de lujuria, pena que la acusada tenía que cumplir en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), en Támara, Francisco Morazán. Allí se encontraba recluida después que fuera declarada culpable el 27 de octubre de 2016 por un juez de jurisdicción nacional.
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Recuento de hechos
En el año 2008 también condenaron a 42 años de reclusión por este mismo caso al albañil Luis Alejandro Baquedano. Mientras que a la empleada doméstica de la casa, Claudia Georgina Romero Flores, la pena de 28 años.
La fiscalía consideró a estas dos personas como cómplices de los delitos de asesinato. Así como de actos de lujuria en perjuicio de la anciana de 85 años de edad.
El Ministerio Público (MP) expuso que el hecho en perjuicio de la víctima se realizó el 27 de septiembre de 2006. Esto, en horas de la madrugada, ya que mientras la señora se encontraba dormida en el dormitorio de su vivienda, ingresó a la habitación su nuera con al menos dos personas más.
Según la acusación en su momento de la Fiscalía, luego de cometer actos de lujuria en contra de la octogenaria, le empujaron su prótesis dental. Lo anterior, hasta el fondo de su boca hasta asfixiarla provocándole la muerte.
“Tras el asesinato, los implicados le dejaron introducida en su vagina una botella. Después, una de las personas dejó escrito por lo menos cinco veces en su cuerpo tres números seis.
Además, le clavaron un puñal con una fotografía», indicó en la acusación de la Fiscalía.
