Redacción. En apenas cuatro años, la fortuna del presidente Donald Trump se ha duplicado. Según datos compartidos recientemente por CNN, el magnate pasó de tener un patrimonio estimado de 2.400 millones de dólares en 2021 a alcanzar los 5.400 millones en 2025.
Ese crecimiento vertiginoso no ocurrió en silencio. Lo hizo mientras preparaba su retorno político, consolidando negocios y capitalizando el respaldo de una base que no solo vota, también invierte.
Al llegar nuevamente a la presidencia en enero de 2025, Trump no solo recuperó el poder político, sino que lo hizo con una billetera mucho más abultada que durante su primer mandato.
Principales fuentes
La principal razón detrás del aumento de su fortuna ha sido la valorización de Trump Media & Technology Group (TMTG), empresa detrás de la red social Truth Social. El salto llegó cuando TMTG salió a la bolsa en 2024, provocando que el patrimonio personal de Trump se disparara en más de 4.000 millones de dólares.
Además de eso, Trump ha incursionado en el mundo de las criptomonedas, lo que ha contribuido significativamente a su patrimonio.
En enero de 2025, Trump lanzó su propia criptomoneda llamada $TRUMP, un «meme coin» basado en la blockchain de Solana. En sus primeros días, $TRUMP alcanzó una capitalización de mercado de más de 14.5 mil millones de dólares, convirtiéndose en una de las criptomonedas más valiosas del mundo. Aproximadamente el 80% de los tokens están controlados por empresas vinculadas a Trump, como CIC Digital LLC y Fight Fight Fight LLC.
Además, la familia Trump ha estado involucrada en World Liberty Financial (WLF), una iniciativa de blockchain que lanzó la stablecoin USD1. Esta moneda estable ha ganado tracción internacional, con acuerdos en países como Emiratos Árabes Unidos, Pakistán y Malasia. La participación de Trump en WLF y USD1 ha fortalecido su presencia en el sector de las criptomonedas, contribuyendo al aumento de su fortuna.
Hoy, Donald Trump es nuevamente presidente de Estados Unidos y, al mismo tiempo, uno de los empresarios más ricos del país. Su fortuna, su red de seguidores y su empresa mediática forman un ecosistema que mezcla poder político, influencia cultural y dinero en cantidades históricas.
