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jueves, mayo 2, 2024

Teguigalpa: La extorsión sigue azotando a los transportistas

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TEGUCIGALPA, HONDURAS. La extorsión en Honduras sigue siendo un flagelo  para la sociedad, en especial para las personas que viven del rubro del transporte.

“Molina”, transportista de Tegucigalpa, quien pidió se le llamara así por cuestiones de seguridad, relató lo difícil de trabajar bajo el terror de la extorsió,.

Molina dijo que los tiempos se han vuelto complicados y con más de 32 años en el rubro ha experimentado este cambio.

De los más de 32 años trabajando en el transporte capitalino, tiene 10 años pagando extorsión. El paga la cantidad de 2 mil lempiras semanales.

“Comencé con una ‘pailita’ a la que le decían taxi mixto o ‘chanchera’. Después con un busito pequeño, luego un bus grandes de los amarillos, así fue como entré al transporte”, relató el transportista.

Recordó que al comenzar todo el ambiente era sano, no existía la malicia y todos podían trabajar con tranquilidad y sin miedo.

No existía ninguna banda delictiva, de las que actualmente mantienen en zozobra a dueños de buses en la capital. Pero con el tiempo “después se descompuso todo”.

Actualmente, según Molina, el negocio del transporte ya no es rentable. Es más ya no se le puede dar el nombre de negocio.

“Le voy a ser sincero, esto no es tan rentable. Es muy difícil. Yo me sostengo porque soy de las personas que voy del trabajo a la casa y viceversa, no ando en la calle, ni en los vicios. Por eso me sostengo un poco”, reveló el dueño de unidad.

Las erogaciones que él hace son grandes mensualmente, manifestó el chofer del bus. Sumó los 8 mil  lempiras de extorsión la cuota que paga por el bus.

Asimismo, los gastos en los repuestos oscilan entre los 15 y 18 mil lempiras al mes, lo que sumaría más de 26 mil.

Dijo que “Seguimos en este «negocio» por la deuda. Quiero terminar de pagar la unidad, si a mí me dicen que tome otra unidad nunca la tomaría, jamás, ni de gratis. Estoy aquí porque tenemos una deuda y hay que salir adelante y eso nos mantiene, pero ya no es negocio”.

Otro problema que se les presenta son los famosos “Requinteros”, dice este transportistas.

Explica que los Requinteros son quienes esperan las unidades en semáforos o cuando el tráfico se vuelve lento. Ellos piden dinero con amenazas a muerte. Los transportistas pagan para conservar sus vidas y trabajar en tranquilidad.

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Además, los transportistas sufre otro azote. Por la suspensión de las licencias de conducir, muchos están quedando desempleados.

No están en contra de que se sancione económicamente cuando existe una falta al reglamento, pero que no a compañeros que viven de ello.

Fuerzas de seguridad no apoyan.

La extorsión en Honduras
Pocos militares en estaciones de buses

Al consultarle con respecto a la seguridad por parte del Estado, manifestó que muy rara vez llegan a resguardar.

El chofer declaró que “Solo Dios nos protege, el gobierno no ofrece ayuda. Exigimos seguridad al gobierno. Estamos a la mano de Dios, nosotros pagamos la Tasa de Seguridad”.

Finalmente, el transportista de Tegucigalpa expresó que la única manera de salir de esta situación es que se reflexionen. En especial, los jóvenes que andan en malos pasos  a quienes  recomienda que busquen a Dios.

Dirigente del transporte se queja por falta resguardo

La extorsión en Honduras
Jorge Lanza, dirigente de transporte.

Por otra parte, el dirigente del Transporte de Honduras, Jorge Lanza manifestó:

«Aún estamos a la espera de que las autoridades hagan algo contra la extorsión.»

Reveló el dirigente que son alrededor de 21 millones de lempiras mensuales producto del pago de extorsión en Tegucigalpa.

Manifestó Lanza que el Estado firmó un convenio en el 2014 para brindar una seguridad plena al rubro. Hasta el momento, no han cumplido con ello.

Asimismo, dijo el transportista que hace poco se firmó otro. Se acordó los puntos torales eran las cámaras de seguridad y patrullaje en moto en las terminales de buses.

Señaló que no existe efectividad parte de las fuerzas de seguridad de Honduras. Este transportista las evaluó con un 30 y 40 por ciento de efectividad.

Lanza relató que han acudido a varios entes encargados de la seguridad, pero solo ha obtenido una respuesta negativa.

Finalmente, declaró que la poca efectividad de los elementos policiales y militares se debe a un argumento inusual. «Están cuidando Casa Presidencial, diputados y bienes incautados por la OABI».

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