TEGUCIGALPA, HONDURAS. Es común que los privados de libertad reciban cartas, pese a estar en la era de la tecnología, debido a los estrictos controles en el interior de los centros penales. Pero así como reciben así envían.Tal es el caso de Kevin Sólorzano conocido popularmente como «el universitario», dentro de la penitenciaría donde está recluido.
Después de tres años, cinco meses y tres días, de estar en un módulo de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, Kevin escribe y cuenta como vive en estos momentos.
Diario Tiempo Digital entrevistó en exclusiva a Kevin por medio de una carta que se le envió a través de un conocido. En ella el «universitario» dio a conocer como ha sido todo este tiempo en prisión y nos dejó entrar en su pequeño entorno compartiendo detalles que no conocíamos.
En su carta Kevin dijo que su comida favorita como todo buen catracho, son las baleadas. Sus colores preferidos son el blanco y el negro, su deporte el fútbol y escuchar música variada.
Un día en la vida de Kevin
El muchacho de 22 años comienza sus mañana con una rutina de dos horas de ejercicio diarias. El ejercicio y la convivencia con sus compañeros se ha vuelto el pan de cada día para él. En la la penitenciaria no hay mucho que hacer.
Al consultarle si ha continuado con sus estudios dijo, «no he podido porque no hay oportunidad».
Sobre el amor
Novia no tengo. Pretendientes dicen que hay varias, pero sería bueno confirmarlo dijo entre risas. Luego dejo claro «aunque me interesa una chava de Canal 10.
Y refiriéndose a su condición actual «Vivo día a día tratando de ser tolerante con las personas, tengo pocos amigos… «. ¿Quien será?
«El peor momento que he vivido fue el día de mi sentencia»
No cabe duda que este día fue difícil para Kevin quien vio apagarse una vez más su sueño de volver a casa con su familia. «Sin duda alguna el peor momento que he vivido fue el día de mi sentencia», dijo.
No obstante reconoció que entre la tristeza, angustia y lagrimas también ha tenido buenos momentos. «Los momentos más agradables son los que pasó con mi familia, los fines de semana. Son los días que ellos pueden venir a verme», esbozo.
Desde su captura Kevin dijo que Dios tenia un propósito para su vida. «Creo en Dios sobre todas las cosas y la religión que más me gusta es la evangélica, han venido a visitarme varios pastores y aquí dentro hay varias iglesias», cuenta.
Pese a todo lo que ha pasado Kevin asegura que nunca ha tenido pesadillas, que Dios le da paz.Como es natural la vida de este muchacho tomo un giro radical y le tocó acoplarse al entorno en el que vive actualmente. No obstante, las últimas navidades de Kevin han sido difíciles por estar lejos de su familia, así lo manifestó en su carta.
«Entre mis planes y metas está primeramente salir de este lugar y después ir recuperando mi vida poco a poco. Después cuando recupere mi libertad voy a aprovechar el tiempo con mi familia».
Aprovecho al máximo los pocos momentos con mi familia
Ademas en el manuscrito Solórzano agregó,»en este lugar no hay mucho que hacer, únicamente convivir con los compañeros, practicar algún deporte y aprovechar al máximo los pocos momentos con mi familia. Lo que más extraño es a mi familia y mis mascotas».
Sus mascotas, dos caninos llamados Dolche y Coby un french poodle y una rottweiler respectivamente, con los que se encontraba el sábado 15 de noviembre de 2014. Ese día fue buscado por primera vez en su casa por las autoridades policiales.
También compartió que ha recibido muchas cartas de personas que creen en su libertad. De igual forma, ha leído la biblia, una Vida con Propósitos y otros libros, algunos de ellos regalados.
Solórzano puntualizó «Si pudiera cambiar algo, sería la pobreza de este país y el sistema de justicia». Sistema del cual, según sus abogados Solórzano, ha sido víctima.
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Mensaje a las personas que se han interesado en su caso
«Mi consejo para los jóvenes es que traten de aprovechar el tiempo al máximo estudiando para que puedan cambiar la historia de este país, en lo personal todo lo que he pasado me deja una lección: vivir el día a día al máximo como si fuera el último, ya que no se sabe lo que puede suceder el día de mañana».
Al final del manuscrito Kevin aprovecho la oportunidad para enviarles un saludo a todas las personas que han pensado en él y que se han preocupado por su situación.
“Primeramente agradezco mucho por todo el apoyo que me ha brindado durante estos tres años y medio, aunque no lo crean todas sus palabras me dan fuerza. Se siente bien que hay gente que me quiere”, dice.
En respuesta a uno de los comentarios que hizo un seguidor “Yo tampoco me olvido de ustedes”. Posteriormente se despidió con estas palabras “bendiciones espero que pronto nos podamos conocer, les aprecia mucho Kevin Solórzano”.
Antecedente
El 20 de noviembre del 2014, cambio la vida de Kevin Joshua Solórzano. No solo la suya sino también de todos los que lo conocen y lo quieren. Especialmente su familia.
Este día el joven universitario fue detenido por considerarlo presunto participante en la muerte del ex fiscal Edwin Geovanny Eguigure Abdul. Hecho ocurrido en noviembre de 2014, en las afueras de la casa de habitación de Eguigure; la cual está ubicada en la aldea El Chimbo, carretera a Valle de Ángeles, Francisco Morazán.
Delito por el cual dos años y diez meses después fue sentenciado a 33 años de cárcel el 28 de septiembre. Cabe destacar que hasta ese día Kevin se dedicaba únicamente a estudiar y disfrutaba pasar el tiempo con su familia y amigos.
